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Realizar un desatoro en tu casa no tiene por qué implicar destruirla. Lo más probable es que tengas en la cabeza aquellas operaciones en las que se hacen enormes agujeros en las paredes y estés, al mismo tiempo, sacando cuentas de lo costoso que resultará. Pero, hoy día, hacer una reparación sin obra de tu tubería es menos cara y traumática.

El quid de la cuestión se halla en conocer el momento adecuado para ejecutarla. Todo depende de prestar atención a una serie de elementos de fácil detección durante el desarrollo cotidiano de tus actividades domésticas. El resto corre a cargo de la tecnología y los equipos de profesionales que debes contratar para atacar el problema a tiempo.

¿Cómo saber si mi tubería necesita reparación?

Existen señales que a primera vista te indicarán cuándo la tubería necesita ser intervenida. Una de ellas, quizás la más común y destacable, es la aparición de filtraciones en las paredes.

La humedad presente y constante es un signo claro de que algo no va bien y es urgente atacar las causas antes que el daño estructural sea mayor.

El caudal de agua es otro elemento del que debes estar muy pendiente. Si este disminuye, seguramente es porque el paso del líquido se haya obstruido por impurezas como lodo, cal, cabellos o restos de comida atascados en el sistema de tuberías.

Si encuentras puntos calientes en las paredes o el suelo, puede tener relación con la acumulación interna de agua. Por supuesto, esto podría tener causas en la reducción del diámetro del tubo provocado por alguna tranca.

Las fugas también implican motivos de alerta y es necesario vigilar si hay ruidos de agua constantemente corriendo por las tuberías.

De igual forma, los malos olores advierten la necesidad de limpieza, ya que estos se originan por desechos orgánicos atorados en alguna parte.

Algunos de estos problemas son abordados por los profesionales haciendo uso de técnicas bastante simples, sin afectar físicamente tu hogar, utilizando, por ejemplo, productos químicos.

¿Cuáles son las ventajas de hacer una reparación sin obra de mi tubería?

Las reparaciones o limpieza del sistema de tuberías en casa con técnicas no invasivas, representan diversas ventajas que van desde lo económico, pasando por la eficacia y la calidad de los resultados obtenidos.

Los primeros motivos a mencionar para hacer una reparación sin obra de tu tubería son el orden y la limpieza. No tener que excavar el suelo o agujerear las paredes te evita una inversión superior a la estipulada. Asimismo, te ahorras tener que limpiar el polvo y sacar los escombros resultantes de la actividad.

Por otra parte, no se producirán ruidos molestos desde tu casa, los cuales, no solo impedirían tu normal desarrollo, sino que además afectarían a la tranquilidad de tus vecinos.

La resolución de los inconvenientes en las tuberías mediante este método suele ser muy rápido, hasta el punto de que la avería puede ser solventada eficientemente en apenas un día.

Por último, este tipo de trabajos resulta económicamente beneficioso, porque reduces los costes en el pago de la mano de obra y no necesitas adquirir piezas de reposición.

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Como ocurre con cualquier sistema, la rehabilitación de bajantes, responde a la necesidad de revisarlos y mantenerlos periódicamente para permitir el sostenimiento de un estado óptimo con el transcurrir de los años.

Por supuesto, esto está muy relacionado con el uso abusivo al que pudieron estar sometidos durante el periodo anterior. Por ejemplo, si constantemente se les vertían líquidos corrosivos capaces de deteriorarlos o recibían desechos sólidos que les producían obstrucciones, es probable que la reparación requiera mayores esfuerzos.

Sin embargo, hoy día se cuenta con tecnología y procedimientos que anteriormente no se tenían, los cuales pueden abaratar costes y reportar algunas otras ventajas de gran importancia.

¿Cómo se hacía anteriormente una rehabilitación de bajantes? 

El proceso de rehabilitación de bajantes, por varias razones, era muy complejo anteriormente. Primeramente, porque este tipo de roturas solían ser difíciles y algo engorrosas.

En segundo lugar, las actividades de reparación afectaban a un importante número de personas, sobre todo si se trataba de zonas céntricas bastante pobladas o de enormes edificios. Las mismas suponían realizar cortes del servicio de agua durante largos periodos, propiciando desasosiego entre los residentes.

Los ruidos molestos y la paralización de una parte de la vía pública eran otras de las consecuencias ocasionadas. Eso, sin incluir el polvo y la contaminación.

Asimismo, después de la intervención de los bajantes y tuberías se necesitaban efectuar obras posteriores que, desde luego, significaban más gastos en materiales, técnicos y obreros, además de nuevos inconvenientes e incomodidades para los habitantes del edificio, transeúntes del lugar y vecinos.

Por tanto, paralelamente al aumento de la suma de dinero utilizada se eleva también la cantidad de tiempo invertido en las reformas.

Para finalizar este punto, podemos mencionar que todos estos trabajos terminaban con una producción gigantesca de escombros, haciendo imprescindible nuevos desembolsos para el pago de maquinarias empleadas en la retirada de los residuos y desechos.

SprayForm: el método moderno para recuperar bajantes

El método antiguo que consistía en abrir y sustituir el sistema de tuberías ha quedado atrás. Ahora reparar bajantes no es sinónimo de complicación, contaminación sónica y destrucción de las estructuras de una edificación.

Los periodos de duración, gracias a los avances técnico-científicos también se han acortado. En fin, la época de sufrimientos a causa de las rehabilitaciones ha pasado. La entrada a la nueva era la marca la llegada del Sistema SprayForm.

El SprayForm es un procedimiento que consiste en aplicar polímero plástico, en porciones circulares muy finas, dentro de la vieja tubería dañada. De esta manera, se consigue una nueva tubería, de idéntico espesor, pero con mayor capacidad hidráulica.

Ventajas del sistema SprayForm

Entre las ventajas que ofrece el sistema SprayForm podemos destacar que se trata de un mecanismo totalmente respetuoso con el medio ambiente, debido al uso de componentes que no le impactan negativamente.

Por otra parte, el resultado final obtenido es más duradero, sin juntas, estanco, con una superficie lisa, adecuada para que la circulación del agua ocurra sin producir inconvenientes de ningún tipo.

Cualquier duda sobre bajantes, Netjet ofrece sus servicios para facilitar cualquier tipo de consulta sobre su mantenimiento o reparación.

Todos sabemos de la gran utilidad que tienen las tuberías en la vida cotidiana, sin embargo, tal vez no conoces algunos aspectos diferenciales de cada una de ellas según sus materiales de elaboración y sus diferentes características.
En este artículo te indicaremos los diversos tipos de tuberías empleadas para distintos usos, para que conozcas las diferencias entre las de metal y las de plástico.

Las tuberías de metal

Todas las tuberías metálicas no son iguales. En este sentido, se utilizan diversas clases de metal y las particularidades de dichos metales son las que hacen distintos unos tubos de otros.
Los variados tipos de metales son los siguientes:

De cobre

Estas tuberías son las más utilizadas comúnmente en edificios de viviendas particulares, pese a que coste es más elevado que los tubos de plástico. El cobre es un metal altamente resistente a la corrosión y el deterioro, además soporta muy bien las temperaturas altas.
Las dimensiones K, L y M son las más usuales en los tubos de cobre, ya que pertenecen a los tamaños grandes, medianos y pequeños, respectivamente. Un problema pequeño que presentan dichas tuberías es que pudieran proporcionar un olor particular al agua.

De acero inoxidable

Son menos comunes que las de cobre, además son más costosas y difíciles de encontrar. Son utilizadas principalmente en complejos marítimos o en edificios ubicados cerca del mar, gracias al poder anticorrosión que tiene el acero inoxidable, el cual aguanta más el efecto del agua salada que otros tipos de metales.

Galvanizadas

El galvanizado en una especie de tratamiento que se aplica al metal para prevenir que el mismo se pueda oxidar. Esta clase de procedimiento suele utilizarse en las tuberías de salida y entrada de agua de las viviendas.
No obstante, en la actualidad tiende a ser sustituido el galvanizado por tuberías de PEX, debido, principalmente, al menor precio y durabilidad mayor de estas últimas.

Las tuberías de plástico

Entre las principales tuberías de plástico que existen en el mercado, se encuentran las siguientes:

De PVC

Actualmente, puedes conseguir tuberías fabricadas con esta clase de plástico en diámetros distintos, en función de los estándares usados en la fontanería. Sobre todo, son utilizadas para conducir agua a presión. No están recomendadas para agua caliente, ya que las temperaturas elevadas pueden alterar o incluso derretir el tubo de plástico.

De CPVC (policloruro de vinilo clorado)

Realmente es una clase de plástico que se deriva del PVC, el cual se diferencia por el color amarillo (el PVC es gris claro o blanco). La diferencia mayor con este, y la ventaja que también tiene sobre el mismo, es que el CPVC sí resiste las altas temperaturas. En ese sentido, puede trasladar agua caliente y fría.
Debido a que su diámetro externo es similar al de los tubos de cobre, el CPVC es factible para más usos que el PVC.

De polietileno reticulado

Estas son las tuberías conocidas de PEX. Aunque se originaron en los años 20, su utilización se está volviendo más popular actualmente. Comparten las particularidades del CPVC y también resisten temperaturas mucho más elevadas. Razón por la cual, se utilizan frecuentemente en instalaciones de calderas y calefacción.

De PolyPipe

Estos tubos son gruesos y de color negro. Dichas tuberías se usan para trasladar agua con una elevada presión. Se utilizan en exteriores principalmente.

Cualquier duda sobre tuberías, Netjet ofrece sus servicios para facilitar cualquier tipo de consulta sobre su mantenimiento o reparación.