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Todos sabemos de la gran utilidad que tienen las tuberías en la vida cotidiana, sin embargo, tal vez no conoces algunos aspectos diferenciales de cada una de ellas según sus materiales de elaboración y sus diferentes características.
En este artículo te indicaremos los diversos tipos de tuberías empleadas para distintos usos, para que conozcas las diferencias entre las de metal y las de plástico.

Las tuberías de metal

Todas las tuberías metálicas no son iguales. En este sentido, se utilizan diversas clases de metal y las particularidades de dichos metales son las que hacen distintos unos tubos de otros.
Los variados tipos de metales son los siguientes:

De cobre

Estas tuberías son las más utilizadas comúnmente en edificios de viviendas particulares, pese a que coste es más elevado que los tubos de plástico. El cobre es un metal altamente resistente a la corrosión y el deterioro, además soporta muy bien las temperaturas altas.
Las dimensiones K, L y M son las más usuales en los tubos de cobre, ya que pertenecen a los tamaños grandes, medianos y pequeños, respectivamente. Un problema pequeño que presentan dichas tuberías es que pudieran proporcionar un olor particular al agua.

De acero inoxidable

Son menos comunes que las de cobre, además son más costosas y difíciles de encontrar. Son utilizadas principalmente en complejos marítimos o en edificios ubicados cerca del mar, gracias al poder anticorrosión que tiene el acero inoxidable, el cual aguanta más el efecto del agua salada que otros tipos de metales.

Galvanizadas

El galvanizado en una especie de tratamiento que se aplica al metal para prevenir que el mismo se pueda oxidar. Esta clase de procedimiento suele utilizarse en las tuberías de salida y entrada de agua de las viviendas.
No obstante, en la actualidad tiende a ser sustituido el galvanizado por tuberías de PEX, debido, principalmente, al menor precio y durabilidad mayor de estas últimas.

Las tuberías de plástico

Entre las principales tuberías de plástico que existen en el mercado, se encuentran las siguientes:

De PVC

Actualmente, puedes conseguir tuberías fabricadas con esta clase de plástico en diámetros distintos, en función de los estándares usados en la fontanería. Sobre todo, son utilizadas para conducir agua a presión. No están recomendadas para agua caliente, ya que las temperaturas elevadas pueden alterar o incluso derretir el tubo de plástico.

De CPVC (policloruro de vinilo clorado)

Realmente es una clase de plástico que se deriva del PVC, el cual se diferencia por el color amarillo (el PVC es gris claro o blanco). La diferencia mayor con este, y la ventaja que también tiene sobre el mismo, es que el CPVC sí resiste las altas temperaturas. En ese sentido, puede trasladar agua caliente y fría.
Debido a que su diámetro externo es similar al de los tubos de cobre, el CPVC es factible para más usos que el PVC.

De polietileno reticulado

Estas son las tuberías conocidas de PEX. Aunque se originaron en los años 20, su utilización se está volviendo más popular actualmente. Comparten las particularidades del CPVC y también resisten temperaturas mucho más elevadas. Razón por la cual, se utilizan frecuentemente en instalaciones de calderas y calefacción.

De PolyPipe

Estos tubos son gruesos y de color negro. Dichas tuberías se usan para trasladar agua con una elevada presión. Se utilizan en exteriores principalmente.

Cualquier duda sobre tuberías, Netjet ofrece sus servicios para facilitar cualquier tipo de consulta sobre su mantenimiento o reparación.

Los hábitos que empeoran tus tuberías son aquellas acciones cotidianas que realizamos sin notar que estamos construyendo un pequeño desastre en nuestro sistema de eliminación de aguas servidas.

Son aguas servidas, grises o negras, aquellas que utilizamos en la cocina, los baños y el lavadero, o en la limpieza de los pisos de los distintos espacios de nuestra vivienda.

Estos hábitos que debemos cambiar para evitar atascamientos pueden prolongar la vida de nuestras tuberías, y ahorrarnos molestias y mayores gastos en reparación.

Desechar por el desagüe grasas o aceites

Entre los hábitos que empeoran tus tuberías más comunes está el de descartar por el desagüe del fregadero, grasas y aceites líquidos.

Son materiales que se endurecen y se quedan adheridos en las tuberías, formando capas que con el paso del tiempo pueden contribuir a taparlas.

Lo aconsejable es eliminar la grasa y el aceite usado en frascos cerrados herméticamente y luego colocar en el cesto de basura.

Restos de alimentos por el desagüe del fregadero

Tampoco es recomendable dejar que se vayan restos de alimentos por el desagüe, ya que en conjunto con las grasas y otros materiales pueden terminar dando problemas.

Lo recomendable es retirar los restos de comida de platos y cubiertos antes de colocarlos en el fregadero o el lavaplatos, y tener una cesta en el desagüe del fregadero que impida el paso de los restos de comida.

Verter pintura, barnices y otros productos químicos

Es otro mal hábito cuando se realizan labores de mantenimiento en el hogar, como pintar las paredes; o cuando se cambia el aceite al coche, en el garage. Verter pintura sobrante o aceite de motor por los drenajes solo servirá para reducir la vida útil de la tubería.

La pintura debe guardarse en sus botes para ser desechada, y el aceite de motor usado debe ir a envases con tapas.

Al verter estos materiales y otros productos químicos no solo pones en riesgo tu tubería, sino que contaminas el ambiente.

Cabellos en los drenajes de las duchas

Es notable la cantidad de cabello que perdemos a diario y va a dar a los drenajes de la ducha, bañera o lavamanos. La acumulación de cabello con restos de jabón y otros elementos puede llegar a causarnos problemas de atascamiento y bloqueo en la tubería que conduce las aguas grises del baño (las de la ducha y el lavamanos).

Es importante usar rejillas en los drenajes y limpiarlas periódicamente, y verter agua caliente o utilizar productos para desatascar.

Lanzar toallitas húmedas o toallas sanitarias por el retrete

Definitivamente, otro de los malos hábitos que pueden empeorar tus tuberías más frecuentemente, es el de lanzar por el retrete toallitas húmedas, tampones, algodones, bastoncillos, etc.

Los retretes, aparte de orina y excretas, solo están diseñados para recibir papel sanitario; elementos como preservativos, arena con orina y caca de gato, o hasta peces muertos, no le harán ningún bien a la tubería de aguas muertas.

En el caso del pez muerto el problema no es que vaya a tapar la tubería, sino que puedes estar poniendo en circulación un virus o una enfermedad.

Mantén un cesto de basura en el baño para aquellas cosas que no se deben ir por el retrete.

Cemento, arena y otros materiales de construcción

Otra posible causa de atascamiento en el futuro es dejar ir por los drenajes, de la casa o el jardín, restos de cemento, arena o escombros en pequeños trozos.

Cuando se están haciendo reparaciones o actividades de construcción dentro o fuera de la casa, es conveniente proteger los drenajes o cubrirlos, de ser necesario, para evitar que se tapen con los materiales sueltos de construcción.

Cualquier duda sobre tuberías, Netjet ofrece sus servicios para facilitar cualquier tipo de consulta sobre su mantenimiento.

Si te preguntas cómo era antes la instalación de tuberías en cualquier estructura o construcción has llegado al sitio adecuado, ya que te informamos que los primeros trabajos de fontanería registrados se remontan a la época del Imperio Romano, cuando los habitantes comenzaron a edificar estructuras para proveer de agua sus hogares.

Si quieres saber un poco más sobre cómo era antes la instalación de tuberías sigue leyendo, ya que haremos un recorrido breve por la historia de la fontanería para que tenga una idea más clara de la evolución de este oficio.

La fontanería romana

En la antigua Roma, los ingenieros se encargaron de diseñar una serie de fuentes, cloacas y baños para el drenaje del agua sucia, empleando para esto un sistema de tuberías que se fabricaban con arcilla, por lo que eran rudimentarias y se colocaban debajo del suelo.

La conocida Cloaca Máxima es una de las redes de alcantarillas más antiguas que existen y se remonta al año 600 a. C. Es una cloaca que atravesaba toda Roma y tenía bifurcaciones diferentes con las que conducía bien las aguas residuales de los palacios y baños de índole pública.

En esta ciudad se instalaron muchos puentes, canales y acueductos con los que se abastecía de agua a todos los ciudadanos, lo que incrementó la higiene personal, por lo que se redujeron considerablemente las enfermedades y las plagas.

Inicio de la especialización en fontanería

Los romanos tuvieron en cuenta la importancia que tenía el proceso de mantenimiento de todas las instalaciones de fontanería, por lo que un grupo de trabajadores llamado aquarri se encargó de especializarse en la materia, a los que actualmente se conoce como fontaneros. Eran los que limpiaban todas las estructuras con frecuencia para conservarlas en buen estado.

La fontanería de la Edad Media

Una vez que cayó el Imperio Romano, todo lo que provenía de este fue despreciado, incluyendo el uso de los baños y otras instalaciones de fontanería, por lo que las aguas residuales eran arrojadas en diferentes sitios, sin un lugar concreto.

Como consecuencia de esa falta de saneamiento, la ciudad comenzó a llenarse de plagas de ratas y las enfermedades volvieron a aparecer, tales como la viruela, la peste negra y el cólera, que ocasionaron la muerte de millones de personas.

La época Moderna y la fontanería

Cuando llegó la época moderna comenzó a cambiar la manera como era antes la instalación de tuberías, debido a que se inició el uso de los tubos de hierro fundido, con el objetivo de usarlos para conducir el agua. Sin embargo, como se soldaban con un quemador de plomo, ese metal quedaba sobre las uniones y entraba en contacto con el líquido.

Todo esto se fue perfeccionando de tal manera que hoy en día puedes encontrar tuberías fabricadas en otros tipos de materiales como el PVC, el acero, el cobre, el polipropileno, entre otros, los cuales se sueldan sin que desprendan partículas contaminantes, por lo que el proceso resulta mucho más seguro y saludable.

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