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El análisis de las aguas residuales y su posterior tratamiento es una necesidad cada vez más necesaria dentro de las sociedades modernas, debido a que podrían pasar de ser un grave problema a convertirse en un importante recurso. Al menos así lo estima un informe llevado adelante por el Banco Mundial en el año 2020.

En la actualidad, el 80 % de las aguas residuales que genera el planeta son arrojadas al medio ambiente, principalmente a los mares y ríos, propiciando un elevado grado de contaminación.

A esto debemos sumar otro elemento preocupante: existen cifras que señalan que un 36 % de los habitantes del mundo, aproximadamente, viven en zonas donde el agua es escasa. En consecuencia, se requiere concebir planes para la reutilización de las aguas residuales adecuadamente tratadas y revertir los procesos de carencia y contaminación.

¿Qué se conoce por aguas residuales?

Cuando hablamos de aguas residuales nos referimos a aguas contaminadas por causas antropogénicas, es decir, han perdido su calidad debido a la intervención de los seres humanos, bien sea como obra de la industrialización inconsciente, avasallante y desmesurada o por hábitos adquiridos con los patrones de consumo imperante.

Esto último se explica a la perfección bajo el esquema comprar-consumir-desechar, en el cual el destino final de la basura que producimos va a parar a las cañerías, bajantes y alcantarillas.

Análisis de las aguas residuales: Conoce para qué sirve

Debido a la contaminación, las aguas residuales deben ser gestionadas de manera muy especial y responsable. El resultado de sus componentes pudiera llegar a afectar negativamente ciudades, campos enteros y demás elementos del ambiente circundante.

En este sentido, se dispone de manera continua del análisis de las aguas residuales con diversos objetivos, de los cuales se desprenden criterios para un proceso óptimo de tratamiento con miras a su reciclaje.

Los expertos de los laboratorios encargados de estos estudios observan cuidadosamente las sustancias que componen las aguas residuales, aplicándoles exámenes microbiológicos y físico-químicos.

Entre los aspectos más importantes tomados en cuenta durante estas pruebas se encuentran: demanda química y biológica de oxígeno, compuestos organo halogenados absorbibles, hidrocarburos aromáticos policíclicos, concentración de N en amonio, cloruros, nitrógeno nítrico, compuestos fosfatados, metales pesados y otros.

El doble valor que producen las aguas residuales tratadas

El informe del Banco Mundial, denominado “Aguas residuales: de residuo a recurso”, no solo exhorta a que los Estados las gestionen con una visión profunda y futurista, sino que invita a la inversión en proyectos e infraestructuras destinadas a este propósito.

Asimismo, indica razones en las que se sustenta el aprovechamiento de las mismas tras el necesario análisis de las aguas residuales.

En ese sentido, señalan que de este asunto es posible obtener un doble valor: el beneficio en materia ambiental y de salubridad pública, conjuntamente al rendimiento económico propio de la reutilización del agua tratada en diversos sectores.

Posibles usos de las aguas residuales tratadas

Las aguas residuales tratadas pueden ser utilizadas en el área de la agricultura, para el riego de diversos tipos de cultivos, en el mantenimiento de parques públicos, campos de golf, jardines y cementerios.

De igual forma, es aprovechable dentro de la propia industria que las genera, como el caso de las centrales hidroeléctricas, propiciando un ahorro significativo de las inversiones.

Cualquier duda que tengas sobre aguas residuales o sobre este sector tan amplio, contacta con nosotros y te la resolveremos lo antes posible.

La temporada veraniega está destinada por españoles y extranjeros para disfrutar del sol y el mar a orillas de las hermosas playas. Los turistas aspiran a un espacio de esparcimiento dentro de aguas azules y puras.

Lo anterior es posible gracias a los trabajos relacionados con la limpieza de las alcantarillas en verano. En este sentido, es importante no lanzar desperdicios por los sumideros y las cloacas.

Son varios los movimientos ecologistas que en las últimas décadas han emprendido campañas con el fin de concienciar acerca de esta realidad. Uno de los eslóganes utilizados en sus acciones resume a la perfección el quid del asunto: “El mar empieza aquí (en el alcantarillado). No tires nada al suelo”.

La protección de los mares: situación actual

Según datos aportados por la organización internacional Greenpeace, apenas un 3 % del total de las superficies de los océanos está protegida. Lo que indica, lógicamente, que aún tenemos un 97 % de ellas sometidas a los riesgos que representan la contaminación por aguas residuales, sustancias químicas, microplásticos y otros sólidos.

La basura que cotidianamente arrojamos al alcantarillado, como es el caso de guantes y toallas desechables para la higiene personal, detergentes, aceites, disolventes y grasas, tiene una incidencia negativa de un peso significativo sobre la limpieza de los mares.

Toda esta situación ha conducido a la preocupación de quienes dirigen los destinos del país, por este motivo se ha aprobado en el órgano legislativo español un “Anteproyecto de Ley de Residuos”. El cual tiene como una de sus metas centrales corregir la realidad actual y colaborar a reducir la presencia de contaminantes en los mares.

No obstante, los pasos, en este sentido, son aún incipientes y requieren un mayor esfuerzo colectivo, que implica comenzar por limpiar las alcantarillas en verano y evitar la evacuación hacia el océano de desperdicios con la llegada de las lluvias.

Impacto ambiental e impacto económico

Existen zonas de España que por el encanto de sus playas tienen al turismo como principal fuente económica. En estos lugares es donde puede percibirse con mayor claridad el impacto medioambiental provocado por la contaminación, debido a que arrastran consecuencias que impactan de forma directa en la obtención de ingresos en los negocios de la zona afectada.

Entre estas zonas se encuentra el municipio Badalona, en la provincia de Barcelona. El vertido de aguas residuales en el mar durante la época de lluvias ha ocasionado el cierre de playas, produciendo pérdidas de hasta 30.000 euros diariamente.

Desde el Ayuntamiento de la localidad solicitan un plan nacional que ponga coto a este terrible inconveniente.

Iniciativas locales para afrontar el problema

En algunas localidades, los colectivos ecologistas realizan una destacada labor educativa para llamar la atención ante la necesidad de limpiar las alcantarillas en verano y mantener sanas las aguas del mar.

Así lo hace, por ejemplo, la agrupación Proyecto Orbanajo en Pontevedra, Galicia, cuya tarea de sensibilización cuenta con el respaldo del ayuntamiento de la ciudad. La misma consiste en la colocación de mensajes, alrededor de las alcantarillas, recomendando a no arrojar basura.

Algo similar realizan activistas de Puçol, ubicada en la provincia de Valencia, quienes utilizan el arte callejero con el objetivo de despertar al ser social de sus habitantes.

Desde Netjet intentamos concienciar a la sociedad para disfutar del verano pero siempre con responsabilidad i respetando el medio ambiente y sus alcantarillas.

Es muy sencillo utilizar los sistemas de drenaje o cloacas, los cuales se instalan para que las personas hagan sus vidas sin preocuparse a dónde terminan sus desperdicios y desechos diariamente.

Sin embargo, algunos de esos desechos en poco tiempo se pueden descomponer, pero otros, por el contrario, siguen allí durante mucho tiempo. Lo cierto es que bastantes cosas de las que se van por el sumidero representan un riesgo alto para el medio ambiente, así como también pueden atascar las alcantarillas, aumentando de esta forma las posibilidades de inundaciones.

Los trabajos diarios de las personas en las cloacas

La publicación de un reportaje periodístico da cuenta de los distintos trabajos diarios de aquellas personas que desarrollan sus actividades en los sistemas de alcantarillado y cloacas.

En dicha publicación se indica la importancia de hacer limpieza y mantenimiento constantemente en los colectores, con el fin de evitar que se generen socavones grandes en la superficie.

También se examinan los riesgos de hacer trabajos en ciertos colectores, ya que algunos cuentan con una altura aproximada de 1,40 metros, pero hay otros que son bastante estrechos y bajos.

Animales, objetos y malos olores

Los operarios que trabajan en las redes de cloacas indican que en las alcantarillas de las ciudades se encuentran todo tipo de fauna como arañas, cucarachas, ratas, poceros y malos olores. En algunas ocasiones el olor abajo se puede soportar debido a la orografía de cada ciudad, la cual permite que las canalizaciones se ventilen. Sin embargo, en otras ciudades se acumulan los gases convirtiéndose en un lugar donde no se puede respirar.

Además de los animales y olores fétidos, en las cloacas se pueden generar atascos en las redes de saneamiento de las aguas residuales, los cuales están provocados por las conocidas como toallitas húmedas, así como también por los bastones para los oídos o hisopos, los preservativos y las compresas.

No obstante, las aguas que provienen de las lluvias son más contaminantes aún que las aguas fecales, ya que arrastran hasta el sistema de alcantarillado cualquier clase de suciedad como residuos, aceites de vehículos, metales, entre otros desechos.

Un trabajo de riesgo que alguien tiene que hacer

Los profesionales que realizan sus actividades en las cloacas, explican que dicho trabajo debe hacerse con mucha actitud positiva. Por otra parte, aseguran que el riesgo principal al que se enfrentan los poceros está vinculado con la vista (porque durante largas horas están casi sin luz).

En ese sentido, quienes efectúan estas actividades se lamentan porque es un trabajo que la mayoría de las personas valoran muy poco. A pesar de que si el sistema de alcantarillado no está en buen estado y con el mantenimiento adecuado, afecta no solamente a las depuradoras o al mismo sistema de saneamiento de las aguas residuales, sino que también perjudica a las viviendas de las personas en general.

Trabajar en las redes de cloacas o alcantarillados es una actividad de riesgo, pero que definitivamente algunas personas tienen la responsabilidad de hacer.

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