CATEGORÍAS
¿Cuál es el proceso de limpieza de aguas residuales?
Como su propio nombre indica, las aguas residuales son aquellas que se convierten en residuos o desechos por haber sido utilizadas. Concretamente, se refiere a todas la aquellas aguas que se han visto afectadas por influencia antropogénica, ya sea a nivel doméstico, urbano o industrial origina suciedad en el agua.
Las aguas residuales son aquellas cuya calidad se ha visto afectada por ciertos elementos contaminantes. Se generan tanto en residencias, como en instalaciones públicas o industrias. Sin embargo, es posible aplicarles una serie de tratamientos, con el fin de contribuir al control del vertido de este tipo de aguas. Este es el proceso de limpieza de aguas residuales, que se puede hacer tanto en el punto en el que se generan, como recogiéndolas y llevándolas a un punto donde se encarguen de gestionarlo.
Las aguas residuales se generan tanto en residencias, como en instalaciones públicas o industrias. Sin embargo, es posible aplicarles una serie de tratamientos, con el fin de contribuir al control del vertido de este tipo de aguas. Este es el proceso de limpieza de aguas residuales, que se puede hacer tanto en el punto en el que se generan, como recogiéndolas y llevándolas a un punto donde se encarguen de gestionarlo.
¿Hay diferentes tipos de agua residual?
Las aguas residuales se clasifican por su procedencia. Cada tipo de agua residual necesita un tipo concreto de tratamiento acorde a sus parámetros. Es muy importante saber qué tipo de agua residual tenemos que tratar para elegir un método de tratamiento adecuado.
Dependiendo del lugar de procedencia, las aguas residuales se pueden catalogar de la siguiente manera:
-
Agua Residual Doméstica.
Estas aguas, a su vez, se pueden subdividir en las siguientes categorías:
- Aguas negras: las que contienen orina y heces fecales (inodoros y urinales).
- Aguas grises: las que principalmente contiene detergente y grasas, y provienen de actividades como bañarse, el lavado de la ropa, los platos y otros artículos o la limpieza de la cas.
Estas aguas provienen de complejos residenciales, viviendas, restaurantes, algunas veces de centro comerciales o instituciones. Por su contenido pueden ser catalogadas como las aguas menos contaminadas, por no tener químicos importantes que se utilizan en las industrias.
Las aguas grises pueden ser fácilmente reutilizadas para diversos usos después de un tratamiento sencillo. Será posible reutilizarlas para rellenar las cisternas de los inodoros, regar las zonas verdes o para la limpieza de exteriores.
-
Agua Residual Urbana.
Estas aguas suelen provenir de extensas zonas viviendas e industrias. Aunque la composición de dichas aguas es principalmente de características domésticas, son transportadas por redes de alcantarillado que conecta tanto a los complejos de viviendas como los industriales.
-
Agua Residual Industrial.
Las aguas residuales industriales son aquellas que han tenido contacto con contaminantes después de cualquier tipo de actividad industrial o proceso de producción. Su caudal y composición es muy diferente y más complejo que el de las aguas urbanas. Es muy común encontrar este tipo de aguas residuales en industrias como la textil, láctea, química, azucarera, papelera, entre otras.
También en esta categoría se suelen incluir la gran variedad de aguas residuales del sector agrícola, y aquellas aguas que están contaminadas por todos los pesticidas que se utilizan para eliminar las plagas que atacan los cultivos.
-
Agua Residual de Lluvia.
Se trata de aguas generadas directamente por la lluvia. Dichas aguas también pueden llegar a estar altamente contaminadas, ya que las gotas de la lluvia atrapan la contaminación suspendida en el aire y arrastran la basura que está en las calles y la que se encuentra estancada en las coladeras.
-
Aguas residuales blancas.
Son las aguas que proceden de efectos meteorológicos. Pueden proceder de la lluvia, de la nieve, de la niebla o del hielo. Pero también pueden proceder de riego y limpieza de jardines, parques, zonas verdes, calles, etc…
¿Cuál es el proceso de limpieza de aguas residuales?
Comenzamos diferenciando los dos tipos de tratamientos que pueden llevarse a cabo. Pueden ser:
- Biológicos, liberando en el agua sistemas aeróbicos y microbiológicos.
- Químicos, que suelen combinarse con otros procesos. Con estos procesos se elimina el hierro, los fosfatos, o nitratos.
Dicho esto, las etapas del tratamiento son las siguientes:
Tratamiento primario
Este tratamiento, la primera parte del proceso de limpieza, consiste en eliminar los residuos sólidos del agua, así como aceites o grasas. En primer lugar se hace un cribado, para eliminar sólidos grandes, normalmente con maquinaria específica. Después, se filtran las aguas, para eliminar arena o gravilla. Por último, se pueden realizar tratamientos de maceración o sedimentación, de forma que las grasas y otros elementos contaminantes se queden en la superficie (o se depositen en el fondo) y se puedan eliminar fácilmente.
Tratamiento secundario del proceso de limpieza de aguas
Este proceso de limpieza está diseñado para eliminar todos los contaminantes biológicos que se encuentren en el agua. El contacto con ciertos deshechos orgánicos puede generar bacterias que deben ser igualmente eliminadas. Una vez realizado el desbaste, o la eliminación de residuos sólidos a través de rejillas, se procede a utilizar lodo activado, de forma que se favorezca el aumento del oxígeno activado y la aparición de organismos que ayuden a eliminar los contaminantes. También se pueden realizar tratamientos con camas filtrantes, filtros biológicos o sistemas de membranas.
Tratamiento terciario
Este tratamiento es el paso final del proceso de limpieza de aguas, antes de enviarlas de vuelta a ríos o mares. Aumenta la calidad final y se divide en varios procesos. Entre ellos, filtración, y eliminación de nutrientes. Un alto nivel de fosfatos o nitrógeno puede ser nocivo o perjudicial para peces y otra flora y fauna que habite en el medio donde vertamos el agua. Para retirarlos, se suelen efectuar tratamientos biológicos, como la oxidación. Por último, para terminar las tareas del proceso de limpieza de aguas residuales, se procede al tratamiento de desinfección. De esta forma, se eliminan los posibles organismos vivos que aún persistan en el agua. El método más común y más utilizado es usando cloro, pero también se utiliza luz ultravioleta y tratamientos con ozono.
Una vez realizados todos los pasos y los distintos tratamientos, el agua ya está preparada para devolverse a sus canales habituales, sin que suponga un riesgo ni sea perjudicial. Si quieres saber más sobre tratamientos de agua, en Netjet tenemos un equipo especialista en tratamientos residuales.
Tipos de residuos y cómo tratarlos
Un residuo es todo aquel elemento considerado un desecho y del que hay que deshacerse. Eso sí, habrá de hacerse de la manera adecuada en cada caso para evitar problemas. Tanto de salud como del medio ambiente. Por eso, en primer lugar y antes de nada, los residuos se tienen que clasificar por tipos de residuos. En función del tipo al que pertenezcan, deberán tratarse de una manera o de otra.
Pero en general, e independientemente del tipo de residuo que se quiera eliminar, siempre habrá que hacer un primer tratamiento de los mismos en origen. Además, claro está, de clasificarlos y almacenarlos de la manera más adecuada antes de que se proceda a su recogida y transporte para su tratamiento final. También habrá que valorar si el residuo en cuestión puede reciclarse (entonces tendrá que ir a una planta de reciclaje) o no, y desecharse por completo.
Tipos de residuos: clasificación oficial
Los residuos se pueden catalogar, de manera legal, en siete tipos. Son los siguientes:
- Domésticos: los generados en los hogares de manera cotidiana. También los generados en empresas que sean parecidos a los que se generan en las viviendas.
- Comerciales: los que surgen como consecuencia de las actividades comerciales, tanto en la venta al por mayor y al por mayor como en oficinas, mercados, bares y restaurantes. En general, en todas las empresas del sector servicios.
- Industriales: los que quedan después de los procesos que suelen darse en las industrias: fabricación, transformación, mantenimiento, limpieza, etc.
- peligrosos: los que presentan alguna característica que los convierten en dañinos para la salud o para el medio ambiente. La misma consideración, en estos casos, tendrán los recipientes en los que se han almacenado, y deberán tratarse y transportarse con sumo cuidado.
- Inertes: residuos sólidos que, una vez que se han transportado a un vertedero y depositado en él, apenas sufren cambios con el paso del tiempo.
- No peligrosos: todos los que no presentan peligro. Por eliminación y, lógicamente, los que no son peligrosos.
- Biodegradables: los desechos del mantenimiento de jardines, del consumo de alimentos y de las cocinas de hogares y establecimientos de restauración. También de los alimentos que se obtienen mediante la venta al por menor, y otros parecidos que quedan después del proceso de alimentos en las plantas preparadas para ello.
Tipos de residuos especiales
Además de los tipos que hemos mencionado antes, hay otros de categoría especial, cuyo tratamiento debe realizarse de manera diferenciada del que tienen otros residuos. Lo mismo sucede con su conservación y su transporte. Son tres:
- Radiactivos: materiales o productos de derechos con restos de radiactividad. También están incluidos los líquidos y gases residuales producto del trabajo con estos materiales.
- Sanitarios: todos los generados en centros sanitarios, tanto en forma sólida como líquida. Entre ellos están los envases y los restos de envases de los materiales utilizados en los centros sanitarios.
- De construcción y demolición: residuos intertes procedentes de todo tipo de obras de construcción, tanto públicas como privadas: reformas, reparaciones, demoliciones, rehabilitaciones, etc. Tanto de las obras consideradas mayores, como la construcción de un bloque de pisos nuevo, como las menores. Esto es, las reparaciones domésticas de pequeña envergadura, como el alicatado de un baño.
En cualquier caso, desde Netjet recomendamos que a la hora de tratar con cualquier tipo de residuos, te pongas en contacto con un profesional especializado en el tratamiento de residuos, y en eso, nosotros podemos ayudarte. No dudes en ponerte en contacto con nosotros, y te atenderemos sin ningún tipo de compromiso.
La importancia de cuidar las tuberías en época de lluvias
Cuidar las tuberías en época de lluvias es muy importante. Debemos pensar que las tuberías de nuestros edificios forman parte de la estructura principal de las viviendas y que su cuidado es del todo imprescindible.
Las tuberías también se dañan y con el paso del tiempo pueden experimentar corrosión debido a las inclemencias del tiempo. Esta corrosión, incluso, puede ocasionar el desgaste del metal y hacer pequeños poros por donde se pueda filtrar el agua. A parte si no se tiene cuidado y se hacen revisiones para cuidar las tuberías en época de lluvias se pueden taponar. Para evitar estos problemas, hoy te ofrecemos un consejo: revisa el estado de las tuberías y más en periodos de lluvia.
Por lo tanto, en el artículo de hoy os explicaremos la importancia de tener una red de alcantarillado limpia.
¿Qué problemas causan los atascos y cómo cuidar las tuberías en época de lluvia
El sistema de cloacas de una ciudad es la manera más práctica que tiene la misma ciudad de deshacerse de los residuos. Por este motivo, es tan importante mantenerlas saneadas y sin ningún elemento que las pueda obstruir. De lo contrario, estos conductos podrían provocar problemas de olores.
Este sistema de tuberías está preparado para aprovechar al máximo el circuito de agua y si se ve obstruido, puede causar muchos daños.
Los atascos pueden provocar problemas de malos olores e inundaciones de calles. Hechos que pueden suponer un riesgo para la población.
Para prevenir estos efectos lo más recomendable es hacer las revisiones periódicas del estado de la red.
Cómo se taponan las tuberías en época de frío y lluvia
Cuando llueve, todos los materiales que arrastra el agua pueden caer en la red de distribución de cloacas y causar una avería. Palos, troncos, hojas o cualquier desecho que haya por la calle puede taponar una tubería y dañarla.
Los mayores casos de atascos de tuberías se concentran en época de lluvias. La gran acumulación de agua que cae en poco tiempo hace difícil poder absorberla y si el alcantarillado tiene obstáculos, aún más. Si las cloacas no pueden absorber el agua que cae porque tienen suciedad o se han encontrado con desechos del suelo que han quedado en medio del paso, pueden provocar desbordamientos de agua.
Cuidar las tuberías y la red de alcantarillado está en manos de todos, también. El mantenimiento es muy importante pero es necesario que todos tengamos cuidado de no tirar nada.
Cómo actuar ante una tubería atascada
Si estás ante una tubería atascada, antes todo, te recomendamos calma. Tienes que ser consciente de que tú solo no podrás solucionar esta situación. Por lo tanto, lo más prudente es poner el caso en manos de profesionales.
El equipo de profesionales de Netjet está preparado para hacer frente al mantenimiento y el desatasco de las tuberías. Ya sea a escala doméstica o en grandes infraestructuras.
Cuidar las tuberías en época de lluvias es una de nuestras especialidades. Confía en nuestro equipo de expertos que te podrán arreglar el problema en cualquier momento del día gracias a nuestro servicio de urgencias las 24 horas.