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Métodos para el vaciado de lodos en Barcelona y alrededores
El vaciado de lodos es una tarea fundamental en zonas en las que no haya una buena red de saneamiento y alcantarillado. Es una operación en la que se retiran los restos y aguas residuales producidas por viviendas y empresas en dichas zonas. Y es algo que hay que hacer de manera periódica. Hay varios métodos para el vaciado de lodos, que dependerán del tipo de instalación que tengas. Pero antes hay que cerciorarse de si se necesita o no un vaciado de lodos. Porque no hay ninguna provincia en la que no haya zonas en las que no haya que hacer vaciados de lodos. Ni siquiera en Barcelona y alrededores.
El vaciado de lodos se ha de realizar en instalaciones de viviendas y empresas que utilicen fosas sépticas para recoger aguas fecales y residuos diversos. A ellas llegan a través de las canalizaciones de vertidos de una vivienda o un grupo de ellas. Lo mismo sucede con fábricas y empresas. Suelen estar situadas algo apartadas de los domicilios y de las instalaciones industriales, para evitar que lleguen olores a ellas. Están generalmente excavadas en el suelo, aunque cuentan con un acceso a ellas para el vaciado y otro tipo de operaciones.
Métodos para el vaciado de lodos
En las fosas sépticas, en principio, sólo se encuentran lodos. El primer tratamiento de los residuos que van a ellas ya lo realizan las propias fosas. Gracias a ello prácticamente no cuentan con otro tipo de residuos. Hay que tener en cuenta que este procedimiento ha de realizarlo un profesional. Por lo tanto es necesario contactar con una empresa especializada, también en Barcelona y alrededores, para que utilicen sus métodos para le vaciado de lodos y dejen la fosa séptica en buen estado. En cuando a el momento para hacerlo, pues es recomendable cuando se encuentra aproximadamente al 50% de su capacidad.
Para vaciar los lodos, lo primero que hay que hacer es abrir la tapa de la fosa séptica. Puede parecer un tema trivial, pero no lo es tanto, por los olores que puede desprender la fosa. Por lo tanto, hay que hacerlo cuidadosamente para no respirar los vapores de los gases que se desprenderán. Después, ya con la bomba de extracción preparada, se colocará en la parte superior de los lodos. En esa zona, generalmente, sólo hay agua, dado que los lodos se depositan en el fondo. Tras aspirar ese agua, es el momento de quitar el lodo. Para ello introduce en él la bomba y comienza con las tareas de extracción. No es conveniente retirarlos todos, porque de otra manera la fosa no podrá realizar el primer tratamiento de los residuos que lleguen a ella. Conviene dejar más o menos un 20% de los lodos.
Qué hacer después del vaciado
Una vez extraídos los lodos, hay que llenar la fosa con agua limpia, pero con cuidado. No hay que echar una cantidad superior de agua a la de los lodos retirados. Una vez hecho esto, hay que limpiar los filtros, colocarlos en su sitio. Antes de cerrar la fosa de nuevo, hay que echar un componente que se encargue de activar las bacterias presentes en el agua. De esta manera, serán las que se encarguen de tratar inicialmente las aguas y los residuos. Una vez hecho esto, hay que tapar la fosa.
En cuanto a los residuos, deben transportarse a una planta preparada para tratarlos. Pero este traslado no debe hacerse de cualquier manera. Tendrán que hacerse según lo indique la legalidad vigente. Y en vehículos debidamente preparados para ello. En Netjet contamos con un equipo de profesionales para el vaciado de lodos en Barcelona, por lo que si necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
¿Cómo detectar arquetas ocultas?
Las arquetas son de gran importancia en el sistema de desagüe de un edificio o comunidad de propietarios, pues su función principal es servir de conexión entre varias tuberías. Por lo tanto, interesa que esté limpio y libre de residuos que pudieran impedir un buen funcionamiento. En las redes de alcantarillado, son los elementos encargados de recoger el agua y canalizarla a través de un único conducto que desemboca en más arquetas, una general o el alcantarillado del municipio. Y para que este proceso se lleve a cabo con normalidad, las arquetas deben permanecer limpias.
En este sentido, las arquetas se pueden definir como pozos que nos sirven para acceder a las redes de tuberías , y así nos permiten verificar el estado de las mismas y limpiarlas si es necesario. En general las arquetas están accesibles, pero en ocasiones están ocultas y no tienen fácil acceso a ellas.
Detectar arquetas ocultas puede ser la solución ideal para prevenir futuras reparaciones.
Si alguna vez has detectado que tienes una tubería obstruida o que el inodoro huele mal, es posible que sea porque hay una arqueta oculta.
Si quieres saber qué son y cómo prevenirlo, en el artículo de hoy te hablaremos sobre cómo detectar arquetas ocultas y cómo remediarlo.
¿Qué es una arqueta, y una arqueta oculta?
Las arquetas son una parte imprescindible del sistema actual de tuberías. Son pozos subterráneos que sirven para acceder a las tuberías de un edificio. Las arquetas ocultas se encuentran cuando estos pozos se llenan de residuos. Estas acumulaciones son las causantes de los malos olores y de los problemas que pueden surgir cuando alguien llega a detectar arquetas ocultas.
Cuando estos pozos quedan taponados resulta complicado encontrarlos y, a menudo, esto puede provocar otros problemas en las tuberías.
En general, las arquetas se encuentran enterradas y, en teoría, deben tener una tapa en la parte superior para poder registrarlas y limpiar su interior de impurezas. No obstante, el cierre de registro de estos depósitos se halla en muchos casos enterrado, y no hay manera de saber dónde, pues en la gran mayor parte de los casos, la situación de las arquetas no aparece en ningún plano. Así, resulta complicado saber si se han desbordado, ya que cuando en una vivienda o comunidad de propietarios hay problemas de olores o atascos en las cañerías, se debe acceder a la arqueta para poder limpiarlas.
Las arquetas, al estar en el subsuelo, muchas veces están mal señalizadas. Incluso aunque figuren en los planos del edificio, en caso de que los propietarios de las viviendas del mismo los tengan, puede resultar complicado localizarlas.
¿Cómo puedo detectar arquetas ocultas?
Conseguir determinar con exactitud la localización de arquetas ocultas puede ser uno de los trabajos más complejos, pero bien ejecutado aporta un gran número de beneficios, como, por ejemplo, disponer de un acceso claro para la limpieza y el mantenimiento de tuberías, evitando así atascos y malos olores, y sobre todo, un gran ahorro económico al no tener la necesidad de realizar excavaciones y obras a ciegas.
Las arquetas pueden ser de difícil acceso y el hecho de estar bajo tierra también dificulta llegar. Por este motivo se recomienda que cuando se hayan de inspeccionar se contacte con un especialista. En Netjet tenemos un equipo de especialistas que podrán detectar y acceder a las arquetas ocultas de tu edificio. A través de unos métodos específicos son capaces de encontrarlas y proceder a su limpieza y apertura.
Cuando se haya localizado una arqueta oculta se debe localizar la tapa de acceso más cercana para bajar y abrirla. En caso de que no se pueda introducir una cámara robotizada para hacer su seguimiento, se pueden aplicar sistemas de ultra sonidos que nos facilitan su localización.
Las arquetas ocultas se pueden localizar a 5 hasta 20 cm o de 1 a 2 metros de profundidad. Una vez se sepa la profundidad que las podemos encontrar, el equipo de Netjet utiliza sistemas de seguridad homologado y preparado para acceder hasta donde se encuentran.
Sistemas para detectar las arquetas ocultas
Las arquetas ocultas se pueden localizar a través de la inserción de una cámara robotizada que inspecciona la tubería y encuentra las partes dañadas. Las imágenes que se obtienen con las cámaras son limpias y claras. Gracias a ello se pueden localizar con mucha más facilidad las posibles anomalías que puedan existir.
Este método de última tecnología consta de un vehículo robotizado a control remoto con una cámara incorporada que se introduce por las tuberías para localizar en tiempo real la posición de la arqueta. Una vez identificada la posición, se procederá a retirar lo necesario para realizar correctamente el desatasco.
Pero, aparte del sistema de cámaras robotizadas, en Netjet, tenemos otro sistema más innovador.
Nuestros ingenieros utilizan un sistema de ultrasonidos situado en la punta de una manguera. Este sistema sirve para encontrar los errores, los obstáculos y las anomalías que puedan haber.
Este sistema cuenta con un llamado emisor de ultrasonidos. El emisor de ultrasonidos, se conecta a la punta de la manguera para poder introducirla por la red de tuberías y localizar las arquetas. El emisor de ultrasonidos, sirve para detectar obstáculos y vacíos dentro de las tuberías.
En el caso de tener que emplear este sistema, es necesario contar con un punto del sistema de alcantarillado por el que se pueda insertar la manguera. Una vez hecho esto, se va deslizando por dentro mientras envía ondas de ultrasonido por el terreno circundante. Estas ondas dibujan un esquema del terreno y permiten localizar dónde se encuentra la arqueta. De esta manera, sólo con abrir un agujero en el punto exacto, se podrá acceder a ella y desbloquearla. Además de este sistema, también se pueden utilizar bastones de ultrasonidos. Son muy útiles si se sospecha que la arqueta se encuentra a baja profundidad bajo el edificio.
Cómo se arreglan las arquetas ocultas
Una vez localizada se procede a abrirla y, con una manguera, se limpia y se destapona. De este modo se elimina el elemento que ha hecho que el sistema no funcionara. Una vez limpia, con una cámara robotizada se comprueba que el trabajo se ha hecho correctamente y ya se puede proceder a cerrarla.
Si te encuentras con una arqueta oculta, te recomendamos que nos contactes. Netjet y el equipo profesional que lo compone se encargará de localizarla y limpiarla para que tu sistema de tuberías pueda funcionar correctamente.
Tipos de residuos hospitalarios y cómo gestionarlos
Los residuos hospitalarios son aquellos que se producen en los centros sanitarios, ya sea en hospitales, farmacias o ambulatorios. Estos residuos se pueden encontrar de muchas formas, ya que se considera un residuo hospitalario tanto los envases como el material que hay en ellos.
Dicho de otra forma los residuos hospitalarios básicamente se podrían definir como: Todos los residuos, cualquiera que sea su estado, generados en centros, incluidos los envases y residuos de envases, que los contengan o los hayan contenido.
De estos residuos especiales la mayor parte la constituyen los comúnmente llamados infecciosos o biocontaminados. Los hospitales producen este tipo de residuos en diferente cantidad según su especialización.
Hoy por hoy, no existe ningún censo detallado de residuos, pero si tomamos la media de producción más aceptada; 250 gramos de residuo contaminado por cama y día se podría estimar que los hospitales españoles producen anualmente 18.100 toneladas de residuos de riesgo.
Dichos residuos se generan principalmente en:
- Clínicas, sanatorios y centros hospitalarios.
- Centros de salud.
- Consultas de profesionales sanitarios.
- Promoción de la salud y atención sociosanitaria.
- Centros de planificación familiar.
- Laboratorios de análisis clínicos, de salud pública o investigación médica, docencia.
- Obtención o manipulación de productos biológicos.
- Medicina preventiva.
Si quieres conocer cómo se deshacen, su tipología y cómo se deben gestionar, sigue leyendo este artículo.
¿Cómo se generan los residuos hospitalarios?
Se producen de distintas actuaciones sanitarias como la asistencia de personas ingresadas en hospitales y centros de salud. De aquel material que se utiliza para atender a un paciente. Material quirúrgico o materiales de carácter biológico o químico. Son el resultado de una actividad ejercida por el generador; que se define como la persona natural o jurídica que produce residuos hospitalarios relacionados con la prestación de servicios de salud por lo cual se implementa la gestión integral que abarca el manejo, la cobertura y planeación de todas las actividades relacionadas con los residuos hospitalarios, desde su generación hasta su disposición final.
En definitiva, todo aquel material que se utiliza para llevar a cabo una acción sanitaria. A demás, hay que añadir que estos desechos son altamente peligrosos para la salud, ya que contienen virus, bacterias o residuos dañinos para terceras personas. Por lo tanto, su manipulación y su gestión posterior se debe hacer siguiendo un protocolo de seguridad.
Confía en empresas profesionales y acreditadas como NetJet para gestionar los residuos hospitalarios. Somos especialistas en trasporte de residuos.
¿Qué centros deben gestionar correctamente estos residuos?
Los hospitales, ambulatorios, centros de salud, clínicas, laboratorios, farmacias y clínicas veterinarias.
Además, determinadas comunidades autónomas añaden, en su normativa, otros centros como establecimientos productores de este tipo de residuos:
- Centros de tratamiento y rehabilitación de drogodependientes.
- Centros o unidades sanitarias de los servicios de prevención.
- Servicios funerarios y forenses y tanatología humana de clínico o médico legal.
Tipos de residuos hospitalarios
En un hospital se generan todo tipo de residuos y cada uno de ellos ha de sufrir un tratamiento diferente, residuos urbanos, biosanitarios, citostáticos, químicos y radiactivos, entre otros. Estos se clasifican y eliminan por procedimientos especiales, previstos por distintas normativas, para garantizar la seguridad en el medio hospitalario y de la población.
Según su procedencia y su uso, se pueden categorizar en distintos grupos.
Por ejemplo, de los grupos más grandes son los siguientes:
- Residuos no peligrosos
Son aquellos producidos por el generador en cualquier lugar y en desarrollo de su actividad, que no presentan riesgo para la salud humana y/o el medio ambiente
- Residuos peligrosos
Son aquellos residuos producidos por el generador con alguna de las siguientes características: infecciosos, combustibles, inflamables, explosivos, reactivos, radiactivos, volátiles, corrosivos y/o tóxicos.
Luego hay otras categorías más específicas:
- Residuos sanitarios asimilables. Estos residuos no necesitan un tratamiento especial, ya que proceden de pacientes sanos.
- Residuos no específicos. Hay que prestarles mucha atención cuando se almacenen, ya que pueden estar contaminados.
- Residuos hospitalarios específicos de riesgo. Posiblemente son de los más complicados una mala manipulación podría suponer un riesgo para la salud pública. Y por eso, este tipo de residuos deben seguir un protocolo concreto. Estamos hablando de material de desechos que pueden transmitir enfermedades infecciosas, vacunas, líquidos biológicos, sangre, restos de la anatomía humana, materiales que punzan o cortan.
- Residuos tipificados por normativas singulares. Se trata de los residuos citostáticos, medicamentos caducados, restos químicos o radioactivos, etc.
- Restos humanos. En las autopsias y en las cirugías se producen mutilaciones o rasgos que generan residuos humanos. Estos se deben tratar y regir por el reglamento de la policía mortuoria y su protocolo de actuación.
- Residuos hospitalarios químicos. Son tóxicos y peligrosos.
- Residuos radioactivos. Los materiales que se desechan son los que no son utilizables y, por lo tanto, de alto nivel de radiación. Estos residuos pueden ser líquidos o sólidos y son propios de los centros donde se practican terapias y tratamientos radiológicos.
- Residuos de vertidos industriales. Estos elementos se eliminan a través del agua. En cada hospital se tiene un tipo específico de pH en el agua que mide su acidez. Y en ocasiones, esta agua puede eliminar algún residuo. Los hospitales que pueden hacerlo deben tener un permiso del ayuntamiento donde se fijan las condiciones. Lo que se precisa una revisión semestral de alcantarillado.
¿Cómo hacer una buena gestión de residuos hospitalarios?
En los últimos años se ha detectado un importante aumento de los residuos sanitarios generados como consecuencia del incremento de la actividad sanitaria, el incremento del material médico desechable utilizado, etc.
Los productos utilizados en los tratamientos y procedimientos médicos actuales son cada vez más variados y complejos. Esta situación conlleva la generación de una amplia gama de residuos que se van a caracterizar por su heterogeneidad e incluso, en algunos casos, por su peligrosidad.
La gestión incorrecta de determinados residuos sanitarios, en concreto, aquellos que son peligrosos, puede liberar al medio ambiente sustancias que resultan dañinas para los organismos vivos. Por ello, la normativa básica sobre residuos establece la obligación de gestionar los residuos peligrosos adecuadamente a través de su correcta identificación, separación, almacenamiento y entrega a un gestor autorizado para su posterior tratamiento y/o eliminación.
Contáctanos y prepararemos el protocolo necesario y adecuado para el tipo de residuos que se generan en tu centro de trabajo. Así como el mantenimiento de las alcantarillas y tuberías.