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¿Qué es el vaciado de lodos y por qué es importante?
Todos los que viven en zonas rurales han escuchado hablar alguna vez del vaciado de lodos. También los habitantes de zonas apartadas en las que no hay un sistema de alcantarillado. Muchos incluso tienen que realizar esta operación de manera periódica. Para ello se requiere la colaboración de un experto en el vaciado de lodos, o en el de fosas sépticas, como se conoce al lugar en el que se acumulan.
Los lodos que se concentran en este tipo de fosas no son otra cosa más que los restos de las aguas residuales que llegan a ellas a través de distintos sistemas de vertidos de comunidades o de viviendas. Suelen encontrarse en terrenos algo alejados de las viviendas, bajo tierra. Cuentan, eso sí, con un acceso a nivel de suelo para poder vaciarlas cuando es necesario, y retirar los lodos que albergan. Son solo lodos, prácticamente sin otro tipo de residuos, porque las propias fosas ya se encargan de realizar un tratamiento básico de las aguas que reciben. Eso sí, cuando se extraen de las fosas, hay que tratarlos adecuadamente.
¿Cómo se acumulan lodos en las fosas sépticas?
El funcionamiento básico de una fosa séptica consiste en un tratamiento de aguas residuales domésticas en un depósito hermético de una o dos cámaras. En dicho depósito se realiza una separación de la materia orgánica contenida y descomponiéndola.
Es una forma sencilla y económica de tratar las aguas negras y está indicada, preferentemente para zonas rurales o residencias situadas en parajes aislados. Sin embargo, el tratamiento no es tan completo como en una estación para tratamiento de aguas negras.
Los pozos ciegos (frecuentemente confundidos con las fosas sépticas), son otro tipo de tratamiento de aguas residuales en zonas rurales aisladas. Consisten en un agujero excavado en el suelo a donde irán las aguas residuales de las viviendas, como fin del trayecto de los desagües, y este agua quedará ahí estancada. La consecuencia de este tipo de tratamiento es que con el paso del tiempo acaba filtrándose el agua por la tierra, quedando tan solo los residuos sólidos, por lo tanto, el filtrado se realiza de forma natural, con lo que deja pasar a la tierra ciertos tóxicos perjudiciales para el medio ambiente. Por este motivo, el empleo de este tipo de sistema es cada vez menos frecuente.
De cualquier modo, es indispensable que tanto los pozos negros como las fosas sépticas tengan un mantenimiento periódico por parte de un profesional, que consiste básicamente en su limpieza y vaciado.
¿Cuáles son las características de los lodos?
Los lodos se caracterizan por ser un residuo extremadamente líquido (más de un 95% de agua). Su composición es variable y depende de la carga de contaminación del agua residual inicial y de las características técnicas de los tratamientos llevados a cabo en las aguas residuales.
Según datos del Registro Nacional de Lodos, el 80% de los lodos procedentes de fosa sépticas, pozos negros y depuradoras tiene como destino final su utilización agrícola .
¿Por qué es importante el vaciado de lodos?
En primer lugar hay que destacar que las fosas sépticas, según las directivas de protección del medio ambiente, están sometidas a reglamentación en el territorio de la Comunidad Europea. Se exige que las mismas sean revisadas y vaciadas cada cierto tiempo, dependiendo de sus propias características, de su localización y su diseño.
La limpieza adecuada de las fosas sépticas es más importante de lo que puede parecer a simple vista. Al hacerlo, se evitan problemas en los desagües de las viviendas. Por ejemplo, atascos. También malos olores, ya que cuando una fosa está en mal estado o muy llena, los desprende.
Pero no basta con retirar los lodos del todo. También hay que limpiar correctamente los filtros de la fosa séptica. Y comprobar que no sufre desperfectos, lo que puede hacerse introduciendo una cámara en ella. Así se podrá grabar su interior y comprobar si es necesario o no realizar alguna reparación en ella.
Cómo se lleva a cabo un vaciado de lodos
Como hemos mencionado, el vaciado de lodos y la limpieza de la fosa séptica debe realizarse periódicamente para evitar problemas. Saber cuándo es necesario puede ser complicado. Por lo tanto, lo más recomendable es consultarlo con un experto. Pero en general, no hay que esperar a que se llene, ni mucho menos. Es conveniente hacerlo cuando está más o menos a la mitad de su capacidad.
A menudo, en función del dimensionado de la fosa séptica, el vaciado de los lodos puede hacerse cada año o cada dos años. La frecuencia del vaciado también depende del uso que se le de y también del estado en el que se encuentren las instalaciones.
Las tareas de limpieza y extracción se hacen normalmente mediante un camión cisterna que con una bomba extrae los lodos y se transporta a una planta depuradora donde pueda ser tratada en su totalidad.
Cuando estos lodos o residuos alcanzan el 50% de la capacidad, es cuándo deberemos llamar al profesional para que realice la retirada de los lodos. Estos no serán retirados en su totalidad, puesto que son necesarios para que el sistema pueda volver a ponerse en funcionamiento
Aunque el vaciado de lodos lo realice un experto, es conveniente conocer sus pasos. El primero es, lógicamente abrir su tapa. Hay que hacerlo con cuidado de no respirar los gases que provoca la fermentación del lodo y la materia fecal. Después de abrirla dejar salir estos gases durante un rato antes de seguir. Y por supuesto, hay que evitar fumar cerca de la fosa. Lo siguiente que hay que hacer es preparar la bomba que se utilizará para extraer los lodos. Primer hay que aspirar el agua de la parte superior, y después ir bajando por el pozo sin que llegue al fondo. Poco a poco irán aspirándose los lodos. Ten presente que no es conveniente retirarlos todos, ya que hay que dejar una capa en la parte inferior de la fosa.
A medida que se va vaciando el lodo hay que ir llenando el pozo con agua limpia. Eso sí, hay que hacerlo con cuidado. La cantidad de agua que entra nunca ha de ser más que la de los lodos que se van retirando. No hay que olvidar limpiar los filtros de la fosa con agua a presión para que queden en buen estado. Cuando el lodo retirado sea más o menos el 80% del total, hay que parar la extracción y dejar el restante. Así se podrán realizar más adelante las tareas de depuración. Por último, hay que añadir un activador de bacterias al agua, para que se active el tratamiento básico de los residuos. Hecho esto, ya se puede tapar la fosa.
Si necesitas más información sobre nuestros servicios de mantenimiento y vaciado de lodos de tu fosa séptica, no dudes en contactarnos.
4 pasos que seguir en el transporte de residuos industriales
El transporte de residuos industriales es una actividad complicada y delicada. Su manejo puede comportar un riesgo medioambiental y, para ello, es necesario contactar con una empresa especializada.
NetJet somos una empresa especializada en el transporte de residuos industriales ya que también somos transportistas autorizados por la Junta de Residuos con el código T-2917.
Durante la extracción y el transporte de residuos industriales se pueden producir algunas incompetencias que pueden ser fatales para la salud humana y el medioambiente. Para minimizar los riesgos que pueden ocasionar estos residuos, recomendamos seguir los pasos que se recomiendan des del órgano competente. Aun así, en este artículo veremos los pases que se siguen para hacer un transporte de residuos industriales correctamente.
¿Cómo se define un “residuo”?
En términos generales los residuos se pueden clasificar atendiendo a su estado físico en:
- Sólido, que suponen la mayor fracción del total.
- Líquido, entre los que no se contemplan los vertidos a cauce público ni al alcantarillado.
- Gaseoso, siempre que estén contenidos en recipientes ya que cuando son emitidos a la atmósfera no son considerados residuos sino emisiones.
Por otro lado, en función de la actividad en la que son generados podremos diferenciar entre residuos urbanos o municipales:.
- Residuos urbanos o municipales: son los desechos que se producen en diferentes áreas de las ciudades. Los escombros, pertenecientes a este grupo de residuos, son aquellos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios. Por lo tanto, son clasificados como residuos no peligrosos.
- Residuos Industriales: Se trata de un amplísimo grupo de residuos, generados en los procesos de fabricación de la industria y que no tienen valor como mercancía debido a que, en la mayoría de los casos, las tecnologías para su aprovechamiento suponen elevados costes, o bien porque no están aún lo suficientemente desarrolladas.
Otras categorías de los residuos va en función de su peligrosidad:
- Residuos peligrosos: Muchos residuos pueden ser peligrosos porque pueden tratarse de sustancias inflamables, corrosivas, tóxicas o pueden producir reacciones químicas que pueden ser peligrosas para los seres humanos y para el entorno.
- Residuos no peligrosos: Serán considerados pertenecientes a esta clase todos los residuos que no están incluidos en la definición de residuo peligroso. Dentro del grupo de los residuos no peligrosos se incluye un subgrupo al que ya nos hemos referido cuando hemos tratado los otros criterios de clasificación de los residuos: los residuos inertes.
Según la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados publicada en el BOE el 29 de julio de 2011, un residuo es cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención u obligación de hacerlo.
Esta Ley distingue varios tipos de residuos, en los que se encuentra residuos domésticos, residuos comerciales y residuos industriales. Dicha Ley define los residuos de la siguiente manera:
“Residuos resultantes de los procesos de fabricación, de transformación, de utilización, de consumo, de limpieza o de mantenimiento generados por la actividad industrial, excluidas las emisiones a la atmósfera reguladas en la Ley 34/2007, de 15 de noviembre.”
¿Qué es la gestión de residuos industriales?
La gestión de residuos industriales consiste en la recolección, transporte y posterior tratamiento de los residuos pertinentes y derivados de la actividad industrial. Estos residuos se pueden derivar de los procesos que se siguen en la fabricación o la transformación de elementos propios del ámbito industrial. Ya sean derivados de aceites, filtros, domésticos, metálicos, derivados de baterías, etc. Y este tipo de residuos se pueden encontrar en muchos estados: solidos o líquidos. Sean del tipo que sean, pueden ser peligrosos.
Normalmente, el modelo de gestión de residuos industriales, sean peligrosos o no, trata en la obligación por parte de la empresa productora de mantener dichos residuos en condiciones óptimas hasta que se entregan a un gestor autorizado. Además, debe usar un transportista de residuos registrado y pagar todos los costes.
Resumidamente, la gestión de los residuos industriales es la recolección, transporte, tratamiento y reciclaje de los materiales desechado que se producen en la actividad industrial.
A día de hoy, gracias a la tecnología actual, sería posible la reducción del impacto negativo de los residuos pero es demasiado caro. Por ello, se realiza otros procedimientos más económicos, según el tipo de residuo:
- Tratamientos físicos, químicos y biológicos: Se trata de transformar los residuos en otros menos dañinos para verterlos o para usar como materia prima.
- Incineración: Quemar los residuos también es un método usado por las empresas. Dependiendo de los residuos, se podrán incinerar o no, ya que si son tóxicos no se pueden soltar los gases.
- Vertido: Los vertederos de seguridad han de garantizar que no se contaminan aguas ni que expulsan gases o productos tóxicos.
Pasos que seguir en el transporte de residuos industriales
En primer lugar, y como ya hemos comentado, el transporte de residuos lo debe hacer una empresa autorizada. En este caso, puede confiar con NetJet. Para ello será necesario:
- Que el residuo este debidamente embalado y etiquetado. Es muy importante que este aislado.
- El residuo debe estar documentado como tal. Es preciso que se prepare un formulario oficial donde se indique el tipo de residuo que se quiere transportar.
- Aprobación y verificación del tipo de transporte.
- Seleccionar el lugar de destino.
Una vez que este residuo llegue a su destino, llega el momento de tratarlo. Se seguirán distintos sistemas dependiendo de su naturaleza. En caso de que se trate de biológicos o físicos se procederá al sistema de degradado, así como al su filtrado. Los residuos químicos siguen un procedimiento químico para eliminar su efecto contaminante. O, en algunos casos, a su incineración.
De todos modos, cabe recordar que el transporte de residuos industriales o peligrosos es sensible. Si este transporte no se hace correctamente se pueden sufrir diversas afectaciones. Des de vertidos tóxicos, escapes de gas o contaminación de materiales sólidos o líquidos. Estos vertidos pueden comportar complicaciones y problemáticas relacionadas con la salud, la seguridad o el medioambiente. Si el transporte se realiza con vehículos espaciales y acreditados, todas estas problemáticas se reducen a cero.
En NetJet somos especialistas en este tipo de transporte. Contamos con todas las autorizaciones y permisos necesarios para transportar residuos en cualquier punto del país. Nuestro equipo de personal acreditado está completamente formado y preparado para hacer esta tarea y tienen toda la experiencia y formación necesaria. Y nuestros medios de transporte cumplen con todas las normas de seguridad. Por este motivo, si necesitas transportar residuos industriales y no sabes cómo hacerlo, ponte en contacto con nosotros.
¿Qué son las pruebas de estanquidad y presión?
Las pruebas de estanquidad y presión son unas pruebas de comprobación a realizar para revisar que las instalaciones estén en buen estado. Estas comprobaciones son un procedimiento habitual y común en todas las tuberías por razones medioambientales.
En términos generales las pruebas de estanqueidad y presión más comunes son:
- Ensayo directo de burbuja. Se introduce en el circuito de agua un líquido burbujeante en presencia de oxígeno en el exterior. Si hay fuga se puede detectar fácilmente por la aparición de burbujas en la zona afectada.
- Ensayo de vacío. Se realiza con un líquido burbujeante igual que el ensayo directo de burbuja, pero además se utiliza una bomba de vacío para comprobar la estanqueidad del circuito.
- Ensayo de medición de presión. Esta prueba suele utilizarse para detectar si hay componentes defectuosos en la instalación. Es posible conocer la magnitud de la fuga con precisión sabiendo el volumen total de agua así como la presión y su diferencia en un determinado tiempo. En el caso de que varíe la presión, significa que hay alguna fuga.
- Ensayo de fugas de halógenos o helio. Estos gases se introducen para detectar las posibles fugas gracias a la ayuda de equipos detectores.
- Prueba de tintas penetrantes. Esta prueba de estanqueidad se realiza aplicando tintas penetrantes en las zonas donde la presión es más alta para comprobar si hay fugas. La presión diferencial del sistema hará que la tinta se filtre hacia donde la presión sea más baja en caso de tener algún escape.
La dificultad existente en la instalación y reparación de las redes de saneamiento, convierten a esta en una de las infraestructuras de servicios más costosas de nuestras ciudades. Esto nos confirma la necesidad de garantizar su estanqueidad y solucionar cualquier posible fuga de agua antes de que termine ocasionando una avería más importante.
¿Qué debo saber?
Como hemos dicho, las pruebas de estanquidad y presión se realizan en todo tipo de tuberías. Desde tuberías de saneado hasta las tuberías interiores de los edificios. Se suelen hacer antes y después de trabajos de saneamiento y en todas las tuberías, ya sean de instalaciones nuevas o antiguas.
En estos artículo te hablaremos sobre la necesidad de hacer estas pruebas y en qué consiste el análisis.
Utilidad de las pruebas de estanquidad y presión
La red de saneamiento se encuentra en el subsuelo de todas las ciudades y esto hace necesario que, cada cierto tiempo, se revisen sus condiciones de salubridad y se compruebe que no haya ningún tipo de fuga y que la presión que circule sea la correcta .
En este sentido, se procede a hacer una de las pruebas de estanquidad y presión antes de su puesta en funcionamiento. En caso de que se encuentre una fuga, se trabajará para repararla.
Las pruebas de estanqueidad son una garantía absoluta para un servicio optimizado de un proceso o sistema. Además, suponen un compromiso con el medioambiente. Es realmente importante detectar y evitar aquellas fugas no deseadas. Para realizar este tipo de pruebas contamos con los mejores fontaneros y tenemos una amplia experiencia en el ámbito de la fontanería.
Normalmente, se prescriben ensayos de estanqueidad que nos permiten detectar fugas en las diferentes fases que tiene un proceso de fabricación o la instalación de un determinado equipo, sistema o conjunto, además de la puesta a punto en el servicio. Todo este proceso se hace independientemente de las pruebas de presión que se utilizan para comprobar la resistencia mecánica que generan los equipos de presión.
¿Cómo se hacen las pruebas de estanquidad y presión en las tuberías del saneamiento?
Este tipo de pruebas son sencillas y fáciles de realizar. Con la profesionalidad de nuestro equipo, te podemos garantizar que conseguiremos el resultado deseado mucho antes de lo esperado.
El procedimiento a seguir es el siguiente: introducimos un flujo de aire (método L) o de agua (método W) a un tramo de la red y se comprueba la caída de la presión del agua.
El método a utilizar dependerá de la localización en la que se realiza la prueba de estanqueidad. Según la norma UNE-EN 1610 las pruebas de estanqueidad en redes sin presión se pueden realizar tanto con agua como con aire.
La prueba de estanqueidad con agua es mucho más compleja que la realizada con aire. No obstante, en aquellas situaciones donde el ensayo con aire sea positivo, se debe recurrir a esta prueba y el tramo ensayado será aprobado cuando el resultado sea positivo.
En primer lugar, se escoge el método que se utilizará y entonces colocamos unos tapones en los pozos de registro para mantener la presión que queremos durante un tiempo determinado.
Los tapones usados son obturadores o balones especiales en la tubería a ambos extremos del tramo a comprobar, y después se introduce aire o agua a una presión determinada a través de uno de los obturadores.
Luego se monitoriza para detectar con qué rapidez cae la presión en un espacio determinado de tiempo.
Haciéndolo de esta manera, se conoce inmediatamente el resultado de la prueba.
Por último, preparamos un acta de realización con el resultado obtenido y te entregan una copia.
El resultado nos indica si la instalación dispone de la estanqueidad necesaria para su funcionamiento óptimo de acuerdo con la normativa vigente.
La prueba en sí consiste en someter un tramo de tubería a una presión determinada. Su fin es determinar fugas o defectos en la instalación, para que éstos sean corregidos y, de esta manera, poder dar aceptación del tramo instalado.
Suele utilizarse una bomba de fontanería con un manómetro para comprobar la presión en todo momento.
La prueba en sí consiste en someter un tramo de tubería a una presión determinada. Su fin es determinar fugas o defectos en la instalación, para que éstos sean corregidos y de esta manera poder dar aceptación del tramo instalado.
La prueba de presión debe efectuarse en todas las redes nuevas, antes de realizar el empalme o conexión a las redes existentes y en servicio, bien sea a un ramal principal o a una derivación. La red nueva puede contener en su longitud instalada, collares de derivación, llaves de incorporación, bridas, tramos de tubería con soldaduras, zonas de empalme tipo espigo-campana, válvulas, hidrantes, anillos, entre otros.
Para reparaciones en tramos de red instalada no se exige la prueba de presión.
La presión de prueba debe aplicarse con una bomba de émbolo provista de manómetro, instaladas en la parte baja de la tubería, dicha presión de prueba debe medirse en el punto más bajo del tramo.
En definitiva, para realizar pruebas de estanqueidad es recomendable tener a la vista toda la instalación, especialmente las juntas o uniones para asegurarnos que inspeccionamos todo el recorrido del agua de vuestras tuberías.
Las pruebas de estanqueidad y presión son la garantía de que las tuberías están selladas correctamente y que no hay ningún tipo de fuga que pueda dañar la calidad del agua transportada.
Siguiendo estos procedimiento con nosotros, también te podemos garantizar que haciendo las pruebas con Netjet es una inversión de ahorro para futuras averías.
En Netjet somos especialistas en el saneamiento y el tratamiento de las tuberías.
Nuestro equipo especializado está disponible las 24 horas del día para hacer frente a cualquier urgencia que tengas. A parte, hacemos la inspección de tus tuberías con herramientas de última generación, cámaras, sondas y sistemas dermográfico.
Puedes consultar todos nuestros servicios en nuestra página web.
Así que, si tienes que hacer pruebas de estanquidad y presión, confía en una empresa especializada. Una empresa que pueda hacerte y certificar estas pruebas para garantizar la seguridad. Ponemos a tu disposición todo el equipo técnico necesario para garantizar que el estado de las tuberías sea el más idóneo y, en caso de que no sea así, también te ofrecemos la solución.