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¿Cómo se puede solicitar el código NIMA?

El código NIMA es el Número de Identificación Medioambiental. Pueden solicitarlo todas aquellas empresas que estén registradas como gestores de residuos. Es un código que se reconoce a nivel estatal y que, por tanto, cuando un transportista o gestor de residuos lo obtenga, debe ser reconocido por todas las administraciones públicas. Por ejemplo, podemos hacer un seguimiento desde que se recojan residuos peligrosos en el lugar de origen, durante el transporte y hasta la gestión de los mismos.
El NIMA es un código empleado a nivel estatal, por lo que todos los centros productores, transportistas o gestores de residuos, independientemente de su localización, tienen un NIMA asociado que deberá ser conocido por las AA PP y entidades privadas con las que participe ese centro. De esta manera, se permite el intercambio electrónico de datos entre todos los actores participantes. Los NIMAs deben ser obligatoriamente referenciados en los documentos de control de residuos peligrosos empleados cada vez que se traslada un residuo peligroso desde un centro productor a una instalación de gestión.
¿Cómo se obtiene el NIMA?
¿Quién asigna el NIMA?
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Productores de residuos, e instalaciones autorizadas para el tratamiento de residuos: la Comunidad Autónoma donde se ubique la instalación.
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Transportistas, negociantes y agentes de residuos, empresas o entidades autorizadas para realizar operaciones de tratamiento de residuos: la Comunidad Autónoma donde la empresa o entidad tenga su sede social.
Requisitos para solicitar el NIMA
Este código va asociado a cada centro de gestión de residuos. Igual que funcionaría el NIF de cualquier empresa. Para determinarlo, existen tres factores a tener en cuenta.
- Quién es el titular.
- Dónde está ubicado el centro.
- Y, por último, a qué actividad concreta se dedica: Recogida, transporte, gestión, tratamiento…
Básicamente, hay que ser una persona física o jurídica que tenga autorización como pequeño productor, productor, transportista o gestor de residuos peligrosos y que cuente con algún centro de actividad ubicado dentro de la comunidad autónoma.
La comunidad autónoma donde se encuentre el centro será la encargada de emitir el código NIMA. Entre los requisitos previos para solicitarlo, encontramos:
- Debe solicitarlo una persona física o jurídica.
- Debe tener autorización para ejercer como productor, transportista o gestor de residuos peligrosos.
- También debe contar con un centro de actividad relacionada con el punto anterior.
¿Cómo se puede solicitar el código NIMA?
En función de dónde se solicite los trámites pueden variar. Sin embargo, por norma general hay algunos pasos comunes. La documentación a presentar será la siguiente:
- Los datos requeridos de cada centro. Pueden incluir la dirección, el teléfono, NIF, etc.
- Documentación que acredite la inscripción en el registro de productores, gestores o transportistas de residuos.
- Puede solicitarse también el número de expediente.
En el caso de Catalunya, el registro como productores se puede hacer online a través de la página de la Agència de Residus de Catalunya. En cuanto a los plazos, el NIMA se activa en cuanto la administración tiene constancia de la existencia de un centro que lleve a cabo esas actividades. Debemos tener en cuenta, también, algunas características peculiares:
- Si es una empresa que gestiona varios centros, deberá adjudicarse un código a cada uno de ellos.
- Si hablamos de transportistas de residuos peligrosos, el NIMA se adjudicará asociado al NIF de la empresa. Ojo, sólo un código por cada NIF en cada provincia.
- Si son obras o algún tipo de gestión sin centro fijo, el código irá asociado a la sede social de la empresa o persona jurídica.
¿Cuando se asigna el código NIMA?
Se asignará el código NIMA en el momento de la presentación de una comunicación previa de los productores obligados a ello o de una solicitud de autorización de tratamiento de las reguladas en el artículo 27 y 29 de la Ley 22/2011 y sus normas de desarrollo. No obstante, una Comunidad Autónoma puede decidir asignar un código NIMA a un centro en el momento de iniciar cualquier otro trámite ambiental. Por ejemplo, una inspección medioambiental, a solicitud del operador de un traslado de residuos para la correcta identificación del centro origen de un traslado cuando no está obligado a registro administrativo, etc.
En definitiva, el NIMA se asigna en el momento en que la Administración ambiental competente tiene conocimiento de un determinado centro, susceptible de una determinada actividad ambiental sometida a control administrativo.
La asignación del NIMA a un centro será independiente de la tramitación de la comunicación previa o de la solicitud de autorización presentadas. Por tanto, que un centro tenga NIMA no significa necesariamente que esté convenientemente registrado o autorizado. Es decir, un NIMA indica la existencia de un centro, esté o no autorizado.
¿Se puede cambiar el código?
En teoría, el código NIMA va asociado a un centro de gestión desde que lo damos de alta hasta que cesa su actividad y lo damos de baja. Por eso, como norma general, el código no puede cambiarse. Sin embargo, hay algunas excepciones:
- Si cambia la actividad a la que se dedica el centro. Por ejemplo, que pase de ser transportistas a productores.
- Otro motivo es el cambio de ubicación.
- Si cambia el titular. Si, por el motivo que sea, un titular (y su NIF) sustituyen a otro, no se cambiaría el código, sino que se modificarían los datos.
Es un código muy útil para el control y seguimiento de las empresas autorizadas a tratar residuos peligrosos.
¿Cómo detectar y eliminar raíces de las tuberías?

¿Cómo detectar y eliminar raíces de las tuberías?
¿Por qué aparecen raíces en las tuberías de saneamiento?
Las raíces en las tuberías son un problema muy común en viviendas y zonas urbanas con árboles cercanos. Esto ocurre porque las raíces buscan agua y nutrientes para crecer, y las tuberías de alcantarillado son una fuente ideal.
Cuando las raíces penetran en el sistema de saneamiento, pueden obstruir las tuberías, reducir el flujo del agua e incluso provocar roturas graves en la red.
Principales causas de raíces en tuberías
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Proximidad de árboles a la red de alcantarillado.
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Fisuras o juntas débiles en las tuberías.
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Humedad constante en el terreno.
Métodos para detectar raíces en las tuberías
Encontrar un método eficaz para eliminar raíces de tuberías del saneamiento puede darnos algún que otro dolor de cabeza, ya que a pesar de que existen varias formas de hacerlo, antes o después vuelven a aparecer. Sin embargo, existe un único método capaz de solucionar el problema de una vez por todas.
El crecimiento y la aparición de raíces en el interior de las tuberías es un hecho habitual. Las plantas crecen en partes donde hay agua y las tuberías son el lugar perfecto. Sin embargo, se deben detectar, tratar y eliminar. Si no se hiciera así, estas raíces crecerían y podrían romper toda la estructura de los tubos que hay bajo tierra.
Antes de eliminar el problema, es fundamental detectar la presencia de raíces en tuberías.
Inspección con cámara CCTV
En NetJet utilizamos robots con cámaras de inspección capaces de recorrer el interior de la tubería sin necesidad de abrir zanjas. Este sistema permite:
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Identificar el punto exacto de obstrucción.
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Evaluar el estado de la tubería.
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Detectar fisuras, atascos u otras incidencias.
Las cámaras robotizadas pueden inspeccionar tuberías desde 10 cm hasta 2 metros de diámetro y recorrer hasta 300 metros lineales.
¿Cómo eliminar raíces de las tuberías de forma definitiva?
Una vez localizadas, existen varios métodos para quitar raíces de tuberías, pero no todos son igual de eficaces. Si éstas están situadas al principio del tubo nos resultará fácil sacarlas, pero si son profundas deberemos utilizar técnicas más complejas.
1. Eliminación con robot fresador
El robot fresador permite cortar y retirar las raíces desde el interior de la tubería, sin necesidad de obras ni zanjas. Se adapta a tuberías de diferentes diámetros (desde 90 mm hasta 850 mm).
2. Sustitución de tramos dañados
En casos graves, puede ser necesario cambiar el tramo de tubería afectado para garantizar un correcto flujo del agua.
3. Rehabilitación con manga continua
Para evitar que las raíces vuelvan a aparecer, se puede revestir la tubería con una segunda capa interna. Este método conocido como manga continuada crea una tubería nueva dentro de la existente, sin fisuras y resistente a futuras infiltraciones.
Consecuencias de no eliminar las raíces a tiempo
Ignorar este problema puede derivar en:
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Rotura de la tubería.
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Inundaciones o filtraciones en la vivienda.
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Costosas reparaciones por daños estructurales.
¿Necesitas eliminar raíces de las tuberías?
En NetJet somos especialistas en la inspección, detección y eliminación de raíces en tuberías. Contamos con equipos de última generación y ofrecemos soluciones rápidas y eficaces tanto para tuberías pequeñas como de gran diámetro.
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¿Qué es el código LER 161001 y LER 200108?

Las empresas de tratamiento, gestión y transporte de residuos deben cumplir una serie de normas para poder realizar estas operaciones. Para ello hay diversas normas y códigos que se deben observar y cumplir. Con ellas no sólo se identifican adecuadamente los residuos, sino que también se dan las directrices para manipularlos y transportarlos hasta las plantas de desecho o reciclaje, según el tipo de residuo de que se trate. Uno de estos códigos utilizados en la gestión de residuos es el código LER.
El acrónimo que identifica a este código es la abreviatura de Lista Europea de Residuos, un listado de los residuos existentes, con el que se pretende agilizar y facilitar la clasificación de los mismos. Esto se hace en función de naturaleza y origen, y toma como base una catalogación de los residuos muy sencilla, que asigna a cada tipo de residuo un código de seis cifras. Es, como hemos mencionado, el código LER.
Para qué sirve el código LER y cómo funciona
Las empresas dedicadas a gestionar residuos tienen que identificar todos los tipos. Así, a simple vista de su recipiente y sin tener que examinarlos de cerca, con el peligro que esto supone en algunos casos, se podrá conocer lo que contiene una bolsa o recipiente con residuos. Además, también se consigue la evaluación del tratamiento que necesitará cada residuo, puesto que costará menos identificarlo.
Para la catalogación de los residuos, en la actualidad, hay dos sistemas de clasificado e identificación. Son compatibles entre sí, por lo que su uso conjunto no ofrece problemas. Por uno, el sistema nacional, encargado de codificar los residuos peligrosos. En este sistema hay un listado de códigos que vienen de varias tablas con datos sobre las características de cada tipo de residuo, su procedencia y su destino.
Por otro está el sistema que hemos comentado, el código LER. Es una relación de tipos de residuos, armonizada, con la que se busca facilitar su caracterización tomando como base su origen y naturaleza. Cada código LER tiene seis cifras. Y para asignar uno a cada residuo hay que tener varios puntos en cuenta.
El primero es que la lista europea de residuos está dividida en 20 capítulos. Cada uno está identificado con dos cifras. En ellos hay que mirar la fuente o la actividad que genera el residuo. Para ello hay que mirar los capítulos del 1 al 12, por un lado. Por otro, en los numerados del 17 al 20. Hecho esto, en el subcapítulo que corresponda se busca el código más adecuado para el residuo a catalogar. Eso sí, en este punto no se tienen en cuenta los códigos que terminan en 99. Por ejemplo, los residuos de envases recogidos de manera separada tendrán un código LER que empieza por 15 01.
En caso de que no se encuentre el residuo en el capítulo en el que debería estar hay que buscar en los capítulos 13, 14 y 15. Si no, en el 16. Si tampoco está, se le asigna un código terminado en 99 del capítulo de la lista de la actividad que ha ocasionado el residuo. Y los que son peligrosos quedan identificados como tales mediante la adición de un asterisco en el código LER.
¿Qué son los códigos LER 161001 y 200108?
Visto el sistema de catalogación de los códigos LER, toca identificar el código LER 161001 y 200108. El primero hace referencia a residuos catalogados como ácidos inorgánicos líquidos. Es decir, líquidos que contienen sustancias peligrosas diluidas en ellos. Eso si, estas sustancias cuentan con una concentración en el líquido inferior al 10%. Entre ellos están ácidos como el clorhídrico, el sulfúrico o el nítrico. Para su almacenamiento y transporte se recomienda guardarlos en recipientes o garrafas de 25 litros de capacidad.
En cuanto al código LER 200108, hace referencia a los residuos biodegradables procedentes de cocinas y restaurantes. No se trata por tanto de residuos peligrosos, pero sí que habrá que almacenarlos y transportarlos de manera adecuada con servicios profesionales de transporte para que no sufran deterioros.