Fecha: 2019-02-15 09:00:48
Autor: Netjet
Las toallitas húmedas se han convertido en un aliado imprescindible para muchas familias. Omnipresentes en el aseo, el bolso o la cocina, se utilizan para todo tipo de tareas. Desde limpiar una mancha en la encimera de la cocina hasta limpiar un espejo. Son muy cómodas para agilizar las tareas diarias. Pero también en la higiene personal. Hay toallitas húmedas específicas para la limpieza del cutis, para el desmaquillado, para limpiar a los bebés, etc. Las hay hasta para sustituir al papel higiénico.
Este tipo de toallitas son muy versátiles y útiles, como hemos mencionado. Están siempre a mano, son cómodas y casi no tienen contraindicaciones a la hora de utilizarla. No sucede lo mismo cuando hay que deshacerse de ellas. Mucha gente no sabe qué hacer con ellas y piensa que son como el papel higiénico y se deshacen al contacto con el agua. Pero no es así. Las toallitas húmedas no se desintegran, sino que si no se desechan de manera correcta pueden dar lugar a no pocos problemas con las tuberías. Además, tampoco son biodegradables.
Toallitas húmedas: no hay que desecharlas por el WC
Como consecuencia de esta creencia errónea, muchos tiran las toallitas por el WC. Como si se tratase de papel higiénico. Pero esto es un error, porque puede provocar numerosos problemas en las tuberías. Para empezar, en las del edificio donde vives. Las toallitas húmedas se pueden quedar enganchadas en los salientes de las tuberías y, al acumularse, provocar tapones y atascos, además de malos olores y salida de aguas fecales
Además, dado que hay personas que tiran otro tipo de elementos por el WC que tampoco deberían tirar por él, como compresas, los atascos pueden ser de gran envergadura. Y requerir por tanto la intervención de expertos en desatascos para, en primer lugar, localizar el punto en el que están. Y después eliminarlo.
Atascos en colectores y redes de saneamientos
Pero los problemas generados por la costumbre de tirar toallitas húmedas por el WC no sólo pueden afectar a los saneamientos de los bloques de viviendas. Las toallitas que no quedan retenidas en sus cañerías pasan a la red de alcantarillado. En ella se juntan con todas las que vienen del resto de viviendas y empresas conectadas a la red. Estas cañerías también son de mayor diámetro que las de las viviendas, pero eso no implica que se libren de los atascos.
Más bien al contrario. Los atascos de toallitas en puntos de la red de saneamiento, depuradoras, colectores, etc. se producen cada vez con más frecuencia. Y son cada vez más graves, con reventones de tuberías, calentones de maquinaria y averías, etc. Las bombas de aguas residuales se averían y no pueden bombear los desechos, y como tienen que salir por algún lado, acaban saliendo a las vías. Con los correspondientes malos olores y la suciedad.
Para evitar estos problemas, hay que evitar tirar toallitas por el WC. Siempre hay que desecharlas tirándolas al cubo de la basura. O bien, si se utilizan fuera de casa, echándolas a la papelera más cercana. En muchos aseos públicos suele haber papeleras, así que esto no será una excusa en prácticamente ninguna ocasión. Así se evitan atascos, averías y problemas serios en la red de saneamiento.