Tipos de fosa séptica en función del material de construcción

Fecha: 2021-02-26 08:25:34

Autor: Netjet

Generalidades sobre las fosas sépticas

Hace décadas las fosas sépticas consistían en simples pozos abiertos en la tierra, y hace más de un siglo y medio que se inventó la fosa séptica, allá por el año 1860, no como tratamiento descentralizado, sino como un elemento intermedio entre la generación de aguas residuales domésticas y el sistema de alcantarillado.
Estos dispositivos (generalmente enterrados), que permiten un tratamiento primario de las aguas residuales tienen una gran variedad de formas y tipologías.
Los distintos tipos de fosa séptica se caracterizan principalmente por el material empleado en su fabricación. Desde hace algunos años se construyen con ladrillo y hormigón e, incluso, con materiales mucho más modernos y lijeros, como fibra de vidrio, plástico, polietileno. También las venden ya montadas para facilitar el transporte y disponibles en varias formas y tamaños.

Fosas sépticas de concreto / hormigón

En las zonas rurales las fosas sépticas de concreto / hormigón son las más comunes, estas se construyen el terreno utilizando cemento, tochos y otros materiales relacionado. Son herméticos y resistentes y son el recipiente preferido para el almacenamiento y tratamiento séptico en el sitio.
El hecho de que el concreto sea un material poroso no significa que el agua pueda fluir fácilmente a través de él. Hay una diferencia entre porosidad y permeabilidad. La porosidad es una medida de la proporción del volumen total de hormigón ocupado por poros, mientras que la permeabilidad se refiere al flujo de algo (en este caso, agua) a través del hormigón bajo un diferencial de presión.
Los tanques de hormigón son muy pesados y, si bien algunos podrían considerarlo algo negativo, creemos que es una de las mayores ventajas con respecto a otros materiales. Un tanque séptico de hormigón resiste las fuerzas de flotación mejor que otros materiales más livianos.
El hecho de que sean de concreto permite que estos depósitos puedan ser de varias formas,  ya que el hormigón puede adoptar la forma que su molde tenga, y una vez solidificado mantener esta forma indefinidamente.

 

Los tanques sépticos de concreto son herméticos y resistentes y son el recipiente preferido ideal para el almacenamiento y tratamiento séptico en el sitio.

Hace unos años el hormigón era el principal material con el que se fabricaban pozos sépticos, si bien hoy en día no es el más utilizado. Actualmente, en muchos lugares en los que se utilizaban ya existe acceso a la red de aguas residuales por lo que se debe proceder a la anulación de fosas sépticas.

Fosas sépticas de polietileno:

Estos son depósitos increíblemente ligeros y muy fácil de transportar. En general son económicos, ligeros, tienen muchísima resistencia a los impactos y, además, puedes encontrar soluciones muy pequeñas, del tamaño de un cubo, o muy grandes, sin que pesen en exceso.
Hay de diferentes tamaños y modelos que facilitan su instalación y uso, el cual cuenta con un “tanque “anaeróbico” que ayuda a evitar impactos nocivos para el medio ambiente. Su peso ligero permite una fácil instalación.

 

El polietileno de alta densidad (HDPE) tiene un peso específico de 0.97 frente a 2.50 del hormigón armado. El anclaje de estructuras hechas de materiales más flotantes necesitan una preparación adicional en el lugar de instalación que puede requerir mucha mano de obra y tiempo para el anclaje.

Al igual que las fosas de fibra de vidrio, estas fosas son livianas, de una sola unidad y pueden llevarse a los lugares de acceso difícil.

Fosas sépticas de fibra de vidrio:

Estos depósitos son algo menos ligeros que los de polietileno, aunque igualmente manejables y suelen ser cilíndricas. Se colocan muy fácilmente, y son particularmente fáciles de llevar a aquellos lugares donde es complicado tener acceso.
Durante la instalación de este tipo de fosa séptica son algo susceptibles de romperse con facilidad. Por lo tanto, no es aconsejable la instalación de este tipo de fosas sépticas en suelos arcillosos. Para ese tipo de suelos, las fosas sépticas de hormigón son la mejor opción.

Tanques de acero

Los tanques o cisternas de acero se oxidan, especialmente cuando están enterrados en el suelo, por lo que no son en absoluto recomendables. La cubierta de un tanque séptico de acero puede llegar a estar tan corroída que alguien que caminara sobre él podría caer dentro.

Estos elementos para el tratamiento primario, están diseñados y construidos para recibir las descargas de las aguas residuales domiciliarias. Al proporcionar un tiempo de permanencia adecuado (tiempo de retención) es capaz de separar parcialmente los sólidos suspendidos, digerir una fracción de la materia orgánica presente y retener temporalmente los lodos, natas y espumas generadas.

Entre los tipos de fosas sépticas que van estando en desuso, pero aún se encuentran en el mercado están los pozos de acero inoxidable. No son muy comunes porque pueden oxidarse y suelen diseñarse para durar unos 20-25 años.

En NETJET contamos con un equipo de profesionales especializados en el mantenimiento integral, vaciado y limpieza de fosas sépticas. Si necesitas más información sobre nuestros servicios, no dudes en contactarnos.

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