Fecha: 2019-02-04 10:00:45
Autor: Netjet
El lavabo, al igual que otros elementos de una vivienda que están conectados a las tuberías y desagües de una vivienda o una empresa, cuenta con un sistema preparado para la evacuación del agua y los líquidos que se vierten en él. El sistema se encarga de conectar el desagüe del lavabo con las tuberías y bajantes del sistema de cañerías de la vivienda. Pero no lo hace a través de tuberías rectas, sino que emplea diversos elementos para ello. Uno es el sifón de lavabo.
Este elemento es bastante característico, y si miramos debajo del lavabo seguro que lo identificamos con facilidad. Sobre todo por su forma. Generalmente, este sifón tiene forma de S tumbada. Y no sólo se encuentra debajo del lavabo. Esta presente en la salida de todos los aparatos sanitarios de una vivienda además de en el lavabo. Así, se puede encontrar en los lavabos, bidets, inodoros, etc.
De hecho una de las aplicaciones más comunes de los sifones de los sifones es en los desagües de los aparatos sanitarios, y sirven, sobre todo, para evitar que el mal olor de las materias en putrefacción del alcantarillado salga por el orificio de desagüe de los aparatos.
Los sifones son elementos a los que no solemos prestar mucha atención. Sin embargo, es imprescindible en el sistema de desagüe de un baño para evitar fugas de agua, malos olores provocados por la acumulación de restos en las tuberías y evitar la entrada de pequeños insectos en el hogar. A veces los malos olores persisten. Estás haciendo correctamente la limpieza de tu baño, pero el olor no desaparece, revisa el sifón y comprueba que funciona bien.
Existen varios modelos de sifón para adaptarse perfectamente a los desagües del lavabo. Por lo tanto, se trata de encontrar el más adecuado según las necesidades de evacuación de agua. Sifón sencillo, sifón doble, recto, curvo, sifón botella, con válvula de aireación, con alargadera, sifón lavabo pedestal, con válvula click-clack. Hay unas cuantas opciones para un elemento aparentemente tan simple.
Si tu lavabo es pequeño y de dimensiones reducidas, seguramente te bastará con un sifón de lavabo pequeño, para adaptarse al espacio disponible. En caso contrario, los sifones extensibles son adecuados para baños espaciosos.
Cómo funciona un sifón de lavabo
Los sifones de lavabo tienen un mecanismo de funcionamiento bastante sencillo. Cuando se abre el grifo y cae agua por el desagüe, a medida que lo hace, va llenando la primera curva del sifón. Mientras tanto, el otro extremo de este dispositivo se encarga de ir vaciando el tubo, extrayendo el agua del primer extremo. Justo de la misma manera que lo hace un sifón, de ahí su nombre. Entonces, el nivel del agua presente en el circuito baja, y entra a él un poco de aire.
En ese momento, el sifón deja de extraer agua y detiene su funcionamiento. Entonces, el líquido que está en la parte que hay entre las dos curvas del sifón, en la parte que sube desde uno a otro, se queda detenido después de volver hacia atrás. La primera curva del sifón se quedará llena de agua. Esto no es ninguna anomalía, puesto que siempre sucede esto. El sifón del lavabo nunca está completamente vacío de agua. Claro está, si funciona bien. Si no contiene agua es que hay alguna anomalía en su funcionamiento y hay que sustituirlo.
Posteriormente, el mecanismo de descarga debe dejar salir un poco de agua, de modo que el sifón se llene hasta el nivel de desagüe de la segunda rama, como en el caso anterior.
Por otro lado existe la posibilidad de juntas los desagües del resto de los aparatos del baño a un sifón común, llamado bote sifónico.
Mantenimiento de los sifones
Los sifones de los desagües de los lavabos y fregaderos se obstruyen con más facilidad, sobre todo, por la costumbre que tenemos de usarlos como cubos de basura.
La limpieza de sifones evita los olores, que se atasquen las tuberías y evita a su vez, la aparición de insectos nada deseables, como cucarachas. Quizás, el aspecto más importante sea el de prevenir la aparición de obstrucciones y las complicaciones derivadas de que se encuentren sin limpieza: restos de cal, residuos de alimentos… Por lo tanto, la limpieza de tuberías resulta muy importante.
Función principal de un sifón de lavabo
El modelo más clásico (y el que mejor funciona hidráulicamente) consiste en un tubo en forma de «S» tumbada, de manera que, al desaguar el aparato, el agua llena las dos ramas del tubo, hasta el nivel de desagüe de la segunda, manteniendo un tapón de agua limpia que cierra la entrada de olores. Este sistema también se conoce como un “cierra hidráulico”.
Al quedarse siempre con agua, el sifón hace que esta funcione como una barrera entre el interior de las cañerías y bajantes. De esta manera, los olores de los contenidos de las mismas cuando entran en putrefacción no llegan a los lavabos. Pero no siempre sucede así, y en ocasiones los malos olores llegan a los lavabos e invaden la estancia en la que se encuentra. Es frecuente que suceda en periodos en los que hay humedad, o cuando va a llover.
En esos casos, habrá que revisar el estado del sifón del lavabo. Puede que esté sucio y sea necesario retirar impurezas de su interior. O puede que se haya roto y su mecanismo no funcione bien. Entonces, el sifón no opera correctamente y puede llegar a eliminar todo el agua del interior del sifón. Como resultado, ya no habría barrera entre los olores y el lavabo, y se colarían sin obstáculos por las cañerías. Toca ver entonces si únicamente hay que limpiarlo, o directamente es necesario cambiarlo. En este caso, aunque sustituirlo puede parecer sencillo, es más recomendable que lo haga un especialista.
De todas formas, el trabajo de mantenimiento de un sifón de lavabo es un trabajo que no suele hacerse con relativa frecuencia. Lo que si suele ocurrir con más frecuencia es que se atasque el desagüe y nos veamos en la necesidad de desmontarlo y volver a montarlo luego. En el momento de volver a montarlo es cuando empiezan a surgir los problemas.
Lo que suele ocurrir normalmente es que las juntas, de las distintas piezas de unión del sifón de desagüe del fregadero, se han estropeado, endurecido, deformado,… y cuando las volvemos a poner, ya no mantienen la estanqueidad y se sale el agua.
En términos generales si se empiezan a observar fugas en el desagüe del lavabo, lo más recomendable es que se cambie por uno nuevo, teniendo en cuenta que los sifones de lavabo no son muy caros.
En definitiva, es mejor invertir un poco más en un técnico profesional que en una hora habrá podido cambiar el sifón, que no llamar a una persona no cualificada que aunque cobre algo menos la hora, pueda equivocarse y estar varias horas porque no le quede bien puesto y tenga fugas debido a su falta de conocimiento o la no disposición de herramientas adecuadas.
De hecho, por muy “manitas” que sea, lo más recomendable siempre es que cuentes con un técnico cualificado que sepa hacer bien el trabajo, que sea profesional y con los papeles en regla. Así te asegurarás que dispone de los conocimientos y herramientas necesarios para poder realizarte el trabajo de una manera profesional y rápida.Ya que pueden surgir algunos problemas, como por ejemplo que el sifón nuevo no sea igual al anterior y haya que hacer una adaptación.
Algunos requisitos a tener en cuenta a la hora de elegir el sifón de lavabo
- Exige calidad. Puede ser un problema de atasco de tuberías o de un sifón de mala calidad. Escoge un sifón liso, estanco, resistente, autolimpiable y con un grosor no menor de 3 mm.
- Sifón extraplano: Ahorra espacio y es el idóneo para baños pequeños o si el espacio de lavabo es reducido.
- Sifón extensible: Este tipo de sifón lleva un tubo extensible que se adapta a la distancia y a a forma que necesites.
- Sifón doble: Si tienes un baño con un lavabo de dos senos, este sifón tiene dos tubos para las dos salidas de agua.
También es importante tener en cuenta el correcto dimensionado del sifón en cuestión. En el mercado hay una gran variedad de modelos; para bañeras, inodoros, bidés, duchas, lavabos. Hay que medir la tubería del lavabo y escoger el tamaño de sifón adecuado, normalmente será de 32 mm, pero puedes encontrar lavabos con diámetro de 40mm.
Otra decisión que debes tomar es si el sifón debe ser por bote sifónico o sifón individual. Por supuesto, esta selección depende de la aplicación del uso o necesidades de agua que vayas a tener. Si necesitas un sifón para varios sanitarios, lavabo, ducha, bidé, mejor opta por un bote sifónico, evitarás el agua estancada y los malos olores. Por otro lado, para baños de poco uso, la mejor opción sería un sifón de lavabo individual.
Si necesitas más información acerca de nuestros servicios de instalación y mantenimiento de sifones, no dudes en contactarnos.