Fecha: 2018-09-28 09:00:04
Autor: Netjet
En muchas ocasiones, los atascos pueden evitarse. Algo tan sencillo como llevar a cabo un mantenimiento preventivo de bajantes y tuberías puede evitar más de un quebradero de cabeza. Pero mantener las tuberías de una casa en buen estado no sólo reducirá bastante las posibilidades de que haya un atasco. Además, evitará que un pequeño problema pueda convertirse en uno mucho peor.
Una red de saneamientos puede obstruirse fácilmente si no está bien cuidada. Las personas tiran desperdicios por los desagües que muchas veces una red de saneamiento no es capaz de soportar. Verter aceites, grasas de cualquier tipo, cabello, toallitas húmedas, etc. provocan continuamente atascos convirtiéndose en incómodos problemas para los usuarios.
Muchas veces, el mantenimiento es tan sencillo como evitar tirar por desagües componentes que puedan acumularse en las cañerías. Aceite o restos de comida tienden a acumularse en ellas. Para evitar su caída accidental basta con colocar un filtro en el desagüe. Con él, podrá pasar el agua pero no los trozos de comida. Otro método de mantenimiento de prevención es echar periódicamente una mezcla de agua, bicarbonato y vinagre por las cañerías, así se disolverá la suciedad que pueda haber en ellas. Otras veces serán más complicadas y habrá que contratar una empresa para realizar el mantenimiento. En cualquier caso, realizar un adecuado mantenimiento preventivo de las cañerías evitará muchos problemas.
Con una pequeña inversión, es posible ahorrarse grandes quebraderos de cabeza. Muchos atascos se evitarían fácilmente si fuera más conocida la existencia de este tipo de servicios de mantenimiento preventivo de saneamientos y todos los problemas que soluciona.
¿Por qué realizar un mantenimiento preventivo?
Ya hemos mencionado lo que conllevan los atascos, y que pueden aparecer cuando menos te lo esperas e inutilizar tuberías. Así como también dejar fregaderos, lavadoras y otros electrodomésticos inhabilitados. Pero no es lo único que puede evitarse con un mantenimiento preventivo. También los desperfectos producidos por el deterioro o rotura de tuberías. Estos se pueden deber al paso de los años o a los efectos de alguna obra.
En efecto, la inspeccíón periódica de las tuberías como parte de las tareas de mantenimiento preventivo de las tuberías y bajantes de un bloque de viviendas o de una casa, permite descubrir, antes de que sea demasiado tarde, pequeñas fisuras o rajas. Así, se puede detectar que es necesario cambiarlas o repararlas. Para esto último se puede realizar un sellado de la zona afectada desde el interior. Así se evitarán humedades y desperfectos que no solo causen más problemas cuando se produzcan. Por lo general, también encarecerán su reparación.
Esta inspección, suele realizarse mediante cámaras que se insertan con mangueras en el interior de las tuberías, y retransmiten imágenes al exterior. De esta manera se puede ver lo que hay en su interior y, si es necesario, se puede proceder a una limpieza especializada de tuberías.
¿Qué debemos hacer para llevar a cabo el mantenimiento preventivo?
Es conveniente realizar inspecciones de tuberías, detectar arquetas ocultas, en ocasiones anular el pozo séptico, limpiar las tuberías, además de otras tareas de fontanería y limpieza.
¿Cada cuanto tiempo es necesario realizar un mantenimiento?
El mantenimiento profesional de las tuberías debe llevarse a cabo periódicamente y de manera regular. El tiempo que debe transcurrir entre una operación de mantenimiento y otra será variable en función de la operación a realizar. Pero por lo general, es aconsejable realizar una inspección de las tuberías cada año. Después, en función de los resultados que se hayan encontrado durante la inspección, ya se decidirá si es necesario realizar otras tareas o no.
Estas tareas pueden ir desde la retirada de raices en las casas que estén situadas en un terreno arbolado, hasta la limpieza a fondo de las tuberías. También puede que sea necesario cambiar algunos de sus tramos por fisuras. En cualquier caso, siempre serán operaciones más pequeñas y rápidas que las realizadas en un mantenimiento preventivo.
Tareas de mantenimiento de la red de saneamiento
- Revisión de los sifones y válvulas cada vez que se produzca una disminución apreciable del caudal de evacuación.
- Revisión y limpieza de las bocas de los canalones (cada 3-4 meses).
- Examen y limpieza de las cámaras de descarga, los pozos de resalto o de registro y demás elementos auxiliares (cada 6 meses).
- Revisión y limpieza anual del estado de los canalones y sumideros.
- Inspección de los anclajes de la red horizontal aérea, y de los anclajes de la red vertical vista (cada dos años).
- Cada 3 años inspección conductos horizontales colgados y del estado de las bajantes.
- Cada 10 años, revisión integral de toda la red de saneamiento de la comunidad de propietarios y, especialmente, los sifones y arquetas.
- Mensualmente, vertido de agua caliente por los desagües.
- Semestralmente, limpieza de los canalones y sumideros de la cubierta.
- Anualmente, limpieza de las fosas sépticas, los pozos de decantación y digestión, de la cámara de bombeo según el uso del edificio y el dimensionado de las instalaciones, limpieza de las arquetas a pie de bajante, las arquetas de paso y tubulares.