Fecha: 2020-12-09 16:32:07
Autor: Netjet
¿Para qué se usan los pozos de bombeo?
Las aguas negras son materiales derivados de residuos domésticos o de procesos industriales, los cuales por razones de salud pública y por consideraciones de recreación económica y estética, no pueden desecharse vertiéndolas sin tratamiento en lagos o corrientes convencionales.
Los pozos de bombeo se utilizan para elevar y transportar aguas residuales por medio de sistemas de recolección cuando la continuación por la fuerza de gravedad ya no resulta factible. Se trata de unas estructuras construidas para elevar agua, o más propiamente dicho un fluido, mediante una succión a través de las bombas. De esta manera, se pueden evacuar aguas residuales, industriales y urbanas, y también pluviales o limpias.
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Para ser conducidas a lugares distantes.
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Para conseguir una cota más elevada y posibilitar su lanzamiento en cuerpos receptores de agua.
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Para iniciar un nuevo tramo de escurrimiento por gravedad.
- Pozos de bombeo de aguas residuales domésticas, industriales y urbanas.
- Pozos de bombeo de aguas pluviales.
- Pozos de bombeo para fangos producidos en las plantas de tratamiento.
- Efluentes de una depuradora de agua.
- Recirculaciones, etc.
Por otro lado, las arquetas de elevación se suelen utilizar para evacuar las aguas provenientes de las depuradoras de viviendas unifamiliares, se trata de un sistema de bombeo muy sencillo el cual consiste en un depósito para enterrar de la capacidad deseada que incorporan una bomba con interruptor automático de nivel.
Las arquetas de bombeo también sirven para para resolver problemas de instalación de agua contaminada con hidrocarburos. Este objetivo se logra porque se instala antes de ser llevada a un desarenador y finalmente pasa al separador de hidrocarburos donde se da el proceso de separación del agua con el aceite. Con esta separación se consigue unos resultados en hidrocarburos inferiores a los 5mg/l, pudiéndose de esta forma verter el agua directamente a la red de alcantarillado.
¿Cómo funciona un pozo de bombeo?
Tal y como ya comentamos, los pozos de bombeo se utilizan tanto para el bombeo de aguas limpias como para el bombeo de aguas residuales. Dependiendo del modelo, suelen incorporar una o dos bombas, y generalmente pueden llegar a alcanzar y superar los tres metros de profundidad. Los pozos de bombeo de aguas residuales incorporan una bomba trituradora que sirve para trocear los componentes sólidos y facilitar, de esta forma, su bombeo.
Para la correcta instalación de bombeo para pozos, lo primero que hay que determinar es qué tipo de agua habrá que bombear; sea agua limpia o de lluvia, o bien residual de origen industrial, agrícola, urbano o bien aguas grises. También es importante tener en cuenta la cantidad de sólidos que contendrán.
En definitiva en un pozo de bombeo es importante dimensionar correctamente el volumen del tanque donde se almacena el agua antes de ser bombeada, para reducir el número de arranques de las bombas y facilitar que el bombeo se realice con el menor consumo energético posible y la máxima fiabilidad.
La importancia del mantenimiento y limpieza de los pozos de bombeo
Es fundamental, por tanto, realizar periódicamente una limpieza del pozo, un control de la calidad del agua, la comprobación de los sistemas de bombeo o extracción y la conservación de la estructura en óptimas condiciones. Además, a veces hay que proceder a la sustitución de los motores bombas sumergibles averiados.
¿En qué consiste la limpieza de un pozo de bombeo?
- Limpieza y retirada de plásticos y otros elementos de la rejilla de entrada.
- Vaciado, limpieza y retirada de plásticos y otros residuos de los cestos de recogida.
- Retirada de elementos flotantes de los pozos de bombeo.
- Inspección del nivel de sedimentos en los pozos de bombeo.
- Retirada de sedimentos de los areneros y pozos de bombeo.
- Limpieza de arquetas u otros elementos en los que pueda acumularse residuos.
Es importante que la estructura y los equipos de la instalación se mantengan en buen estado para que cumplan su función. Además, hay que controlar que la calidad del agua extraída sea correcta. Un mal mantenimiento puede causar la reducción o la suspensión del bombeo. También puede degradar el agua y provocar enfermedades.
Es fundamental, por tanto, realizar periódicamente una limpieza del pozo, un control de la calidad del agua, la comprobación de los sistemas de bombeo o extracción y la conservación de la estructura en óptimas condiciones.