Detección de humedades con termografía

Fecha: 2020-02-07 09:03:05

Autor: Netjet

¿Qué es la termografía?

La termografía es una técnica de ensayo no destructivo que se emplea para comprobar la temperatura de un objeto o lugar. En otras palabras, termografía permite determinar temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar. Se consigue información sobre la temperatura exacta de un objeto gracias a las radiaciones infrarrojas. Permite captar la radiación infrarroja del espectro electromagnético, utilizando cámaras térmicas o de termovisión.

Conociendo los datos de las condiciones del entorno; humedad y temperatura del aire, distancia a objeto termografiado, temperatura reflejada, radiación incidente y de las características de las superficies termografiadas como la emisividad, se puede convertir la energía radiada detectada por la cámara termográfica en valores de temperaturas.

¿Cuáles son las diferentes aplicaciones de la termografía?

La termografía por infrarrojos se ha ido extendiendo durante más de 20 años desde el campo de aplicación médico y militar a otras aplicaciones de mantenimiento industrial, especialmente, en equipo y aparellaje eléctrico en alta y baja tensión (líneas, subestaciones, centros de control, etc.).

Otras utilidades de la termografía incluyen:

  • Medición de temperaturas de sustancias que no admiten ser contaminadas por un contacto físico
  • Observación del espacio
  • Localización de tuberías de agua incrustadas en paredes
  • Inspección de conductos con fluidos calientes o fríos para localizar obstrucciones
  • Mantenimiento predictivo de maquinaria industrial
  • Detección de patologías en edificación
  • Estudio de pérdidas energéticas en edificación
  • Detección de gases
  • Estudios de pérdidas energéticas en arquitectura bioclimática

La termografía como herramienta para detectar humedades

En un objeto con un contenido muy alto de humedad, existen moléculas de agua que se mueven unas sobre otras chocando entre si. Aquellas más cercanas a la superficie y con movimientos más rápidos, pueden “escapar” y mezclarse con el aire, convirtiéndose en vapor de agua y aportando humedad al ambiente. Las moléculas más calientes son las que se mueven más rápido. Por lo que cada vez que una molécula se escapa, el conjunto del líquido pierde energía y se enfría. Es decir, al evaporarse, el agua enfría la superficie húmeda.
Gracias a esto, la localización de fugas es posible mediante termografía, ya que las zonas húmedas serán superficies más frías que su entorno.

En definitiva, gracias a la termografía infrarroja podemos detectar el problema mediante técnicas no destructivas, que nos permiten incidir solo en la parte dañada. De esta forma, ganamos en tiempo y seguridad a la hora de combatir las humedades y evitar que vuelvan a aparecer. Una técnica puntera para intervenir en una vivienda afectada por problemas de humedad, moho o que haya sufrido un incendio. La termografía, por lo tanto, nos ofrece información muy valiosa para empezar a arreglar las propiedades de nuestros clientes yendo al foco del problema y economizando tiempo y recursos.

En este contexto, las mencionadas técnicas de termografía servirán para:

  • Evaluación de la envolvente térmica del edificio
  • Diagnóstico de deficiencias de aislamiento térmico
  • Detección de humedades por infiltración de agua en cubiertas y fachadas
  • Diagnóstico preventivo de humedades por condensación
  • Localización de fugas en tuberías de agua
  • Detección de infiltraciones de aire

Si necesitas más información sobre nuestros servicios de inspección de tuberías y humedades, no dudes en contactarnos.

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