Fecha: 2019-11-27 08:13:45
Autor: Netjet
Factores que condicionan la frecuencia de limpieza de las fosas sépticas
El clima de la región donde esté construida tu casa afecta al mantenimiento de la fosa séptica. En el norte, con temperaturas más bajas que en el sur, se acumulan más sólidos en el tanque que obligan a realizar la limpieza de la fosa séptica más a menudo.
El tamaño del tanque y el caudal del agua residual a tratar también son factores muy importantes, ya que influyen directamente sobre el tiempo de retención del agua residual dentro del depósito y, por lo tanto, la eficacia del tratamiento y degradación del mismo.
En principio, si la capacidad de las fosas sépticas es grande, el problema llega cuando no hablamos de capacidad, si no de los malos olores producidos. Una fosa séptica, la vacíes o no, requiere un mantenimiento y revisión periódicos para un buen funcionamiento.
Y por último, la frecuencia con la que se deberá limpiar dependerá del uso que se le dé y también del estado en el que se encuentren las instalaciones.
Cuando estos lodos o residuos alcanzan el 50% de la capacidad es cuándo deberemos llamar al profesional para que realice la retirada de los lodos. Como detallaremos más adelante, los lodos no serán retirados en su totalidad, puesto que son necesarios para que el sistema pueda volver a ponerse en funcionamiento.
Para evitar problemas muy desagradables será necesario un correcto plan de mantenimiento y vaciado periódico. Esta periodicidad dependerá del volumen y la frecuencia de uso. Será necesario sacar el 80% de la materia sólida, dejando un remanente para que pueda activar el proceso de tratamiento de nuevo.
¿En qué consiste la limpieza de una fosa séptica?
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Abrir la tapa de la fosa con cuidado para permitir la evacuación de los gases del interior.
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Verter agua de forma constante al interior de la fosa séptica.
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Aspirar la capa de suciedad pero no retirar la totalidad de la capa de lodos.
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Limpiar los filtros con agua a presión.
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Llenar de nuevo la fosa séptica con agua limpia.
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Cerrar la fosa séptica con cuidado, vigilando la estanqueidad de todos los accesos.
¿Cuáles son los riesgos implicados en la limpieza de una fosa séptica?
La limpieza y mantenimiento de fosas sépticas puede conllevar una serie de riesgos muy importantes.
El riesgo depende, entre otros factores, del volumen del vaciado o frecuencia con la que se lleva a cabo los trabajos de limpieza de la fosa séptica. Por lo tanto, el objetivo al realizar una limpieza de éstas características, es evitar que se acumule un exceso de lodo y que el drenaje sea correcto. Además, se debe conseguir eliminar todo tipo de grasa u otros elementos estancados en la fosa.
Detectores de gases, cámaras de televisión para ver el interior de la fosa sin necesidad de entrar dentro, mascarillas, camiones cisterna, botellas de oxígeno, son algunos de los equipos empleados por los profesionales del sector para minimizar al máximo dichos riesgos.
Gases nocivos que salen de una fosa séptica
A continuación, detallaremos los principales gases que pueden salir de una fosa séptica y suponer riesgos de salud:
SULFURO DE HIDRÓGENO (Ácido sulfhídrico H2S)
Este gas es muy inflamable, y en bajas concentraciones, puede causar irritación de los ojos, dolor de garganta y tos, falta de aire y líquido en los pulmones. No obstante, en casos de altos niveles de exposición este puede ser fatal.
Se puede detectar rápidamente por su característico olor a huevos podridos.
METANO (CH4)
Este gas es muy inflamable, y en casos de exposiciones muy altas (sobre todo si hay una buena ventilación), reduce la cantidad de oxígeno en el aire y provoca dolores de cabeza, mareos, náuseas y hasta pérdida de conocimiento.
AMONIACO (NH3)
En elevadas concentraciones produce irritaciones de garganta, inflamación de los pulmones, irritación ocular y daños en las vías respiratorias.
MONÓXIDO DE CARBONO (CO)
Este gas es un subproducto del gas metano. El máximo peligro del monóxido de carbono es que al ser inoloro, insípido, y no irritante, no lo detectamos y en altas dosis llega a ser mortal.
DIÓXIDO DE AZUFRE (SO2)
Este gas afecta a las mucosidades y los pulmones provocando ataques de tos. En altas concentraciones por cortos períodos de tiempo puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis y congestionar los conductos bronquiales de los asmáticos.
¿Qué se puede hacer para minimizar los riesgos asociados?
Antes de empezar las tareas de vaciado y limpieza de fosas sépticas es importante tomar algunas medidas específicas de prevención de riesgos, entre las cuales destacamos las siguientes:
- Comprobar con un aparato medidor apropiado que el aire del recinto en cuestión es respirable.
- Si es necesario, o no se puede medir la calidad del aire, ventilar previamente el recinto.
- No acceder solo al recinto. El procedimiento adecuado exige que otra persona se quede fuera controlando que la tarea se desarrolla con normalidad.
- La persona que accede debe estar convenientemente atada, de manera que, en caso necesario, pueda ser evacuada al exterior.
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Evita la respiración de los gases que provocan desvanecimientos y accidentes, por lo que es muy recomendable abrir lentamente las tapas de expulsión de los gases. Hay que recordar, que los gases que se encuentran en la cámara de aire son inflamables. Por lo tanto, a la hora de abrir la tapa, primero debes usar una máscara y no pongas directamente la cara en el agujero de la fosa. Debes abrir muy despacio, para que los gases inflamables como el metano, que es altamente tóxico, vayan saliendo lentamente. De esa forma, también, se minimiza el riesgo por inhalación.
- Dejar que se ventile. Luego, es recomendable esperar unos 30 minutos hasta estar seguro de que la fosa se ha ventilado adecuadamente, pues estos gases pueden asfixiarte o provocar una explosión, como es el caso del metano. Aunque parezca que el tanque séptica está siempre lleno, lo que realmente necesitas saber es la cantidad de lodos y natas que hay en su interior. Si ocupan más del 40% (poco más de un tercio) es el momento de proceder a la extracción de los lodos.
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Agua limpia. Esto es, antes de vaciar y limpiar por completo la fosa séptica, es aconsejable echar agua limpia en la misma para así poder compensar el contenido de la misma.
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No fumar. Parece lógico, pero en ocasiones se nos puede olvidar. No fumes ni enciendas ninguna llama cerca de la misma porque, como hemos comentado en el primer punto, el gas metano es muy inflamable.
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Aspira primero la capa superficial. Luego, introduce la bomba aspiradora poco a poco, pero sin llegar al fondo. No se recomienda eliminar la capa inferior.
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Deja un 20% de la parte sólida para permitir que se puedan reiniciar las tareas de depuración.
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No rellenes el tanque con más agua del lodo que has eliminado. Puedes averiar el sistema de fosa séptica.
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Aprovecha para limpiar los filtros con agua a presión.
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Vierte la dosis de activador bacteriano que sugiera el fabricante de la fosa séptica.
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Cierra el tanque y evita que se pueda abrir con facilidad. Una apertura de la fosa errónea puede provocar asfixia e incluso la muerte.
- Una vez retirados los residuos se deberá llenar con agua limpia para que el funcionamiento siga en marcha.
La limpieza, generalmente, se realiza por medio de un camión-tanque equipado con una bomba para extracción de lodos.