Fecha: 2018-08-06 09:00:19
Autor: Netjet
Una inundación es un episodio en el que el agua ocupa zonas que normalmente no tienen agua y los daños de una inundación están directamente relacionados con la cantidad de población y bienes expuestos, es decir, con el grado de ocupación de zonas inundables.
La preocupación ante los efectos de un posible cambio climático sobre algunos desastres naturales y, particularmente, sobre las lluvias catastróficas, ha ido incrementándose en los últimos años. En el caso de las inundaciones la alteración de los usos del suelo y de los cauces, la deforestación, erosión y sobreexplotación, refuerzan el papel desempeñado por el propio impacto humano.
Hay que tener en cuenta que el riesgo de inundaciones es el producto de dos factores:
Por un lado el peligro debido al clima: las lluvias torrenciales y, por el otro, la exposición de la población y los bienes, es decir, la proporción de población y de bienes que están en zonas que pueden inundarse. Ante un mismo peligro (unas mismas lluvias), el riesgo no es el mismo si hay mucha exposición al peligro (mucha población, edificaciones e infraestructuras en zonas inundables) o si los espacios inundables se mantienen libres de viviendas y otros bienes.
Al igual que sucede en otras zonas de la Península, en Cataluña hay inundaciones de manera periódica. Estas pueden ser generalizadas, o localizadas. Pero, generalmente, las causas de las inundaciones obedecen a las lluvias torrenciales. Pero también pueden ser más localizadas, y afectar únicamente a parte de una localidad. Incluso a un par de calles. Independientemente de la envergadura del problema, la inundación debe solucionarse. Y no sólo eliminando el agua de donde no debe estar y reparando los desperfectos causados. También será necesario revisar las conducciones para asegurarse de que lo que haya arrastrado la riada que ha ocasionado la inundación no esté taponando conducciones de agua.
Este servicio sólo pueden prestarlo empresas especializadas en reparaciones de los efectos de las inundaciones. Son los que cuentan con sistemas para poder dejar todo como estaba y arreglar las cañerías que hayan podido romperse. Tanto de lo que haya sucedido en las calles como en el interior de las viviendas. Pro ejemplo, en sótanos, parkings y en los bajos de los edificios.
Causas de las inundaciones generalizadas en Cataluña
Existen diversos tipos de inundaciones, las cuales se pueden clasificar de la siguiente forma:
- Inundaciones pluviales: este tipo de inundaciones se producen como consecuencia de las fuertes precipitaciones concentradas en una zona particular. La elevada concentración de lluvia hace que el terreno se sature y el agua excedente se empiece a acumular, lo que puede durar horas o días, hasta que comienza a evaporarse y el terreno se recupera.
- Inundaciones fluviales: esta clase de inundación se produce cuando el agua de los ríos se desborda y alcanza los terrenos cercanos al cauce.
- Inundaciones costeras: se dan como consecuencia de los intensos vientos como, por ejemplo, un ciclón tormentoso. Esta inundación entra hacía las zonas costeras y cubre grandes extensiones de tierra.
Las causas de las inundaciones son múltiples, pero por lo general, podemos clasificarlas en naturales o como consecuencia de la actividad humana
No obstante, en términos generales la principal causa de las inundaciones son las lluvias intensas y los temporales que provocan una escorrentía superficial debido a la saturación de los suelos al no poder almacenar más agua. Estos eventos se ven favorecidos por actividades antrópicas como pueden ser: la creciente cantidad de zonas urbanizadas, dónde encontramos asfalto que impermeabiliza el suelo e impide la absorción del agua, y la tala de bosques, que deja el terreno desprovisto de cobertera, lo cual, facilita la escorrentía además de aportar material en suspensión que agrava los efectos de las inundaciones.
Por lo general, en varias zonas de Cataluña suelen producirse inundaciones cada cierto tiempo. Las causas de las inundaciones pueden encontrarse, además de en su clima, en su orografía. Este cúmulo de factores lleva a que en general, a finales de verano o principios de otoño, haya riesgo de inundaciones. No obstante, en ocasiones también pueden darse en primavera.
Las zonas en las que se producen suelen ser siempre las mismas: las áreas que están cerca de ríos, riachuelos y torrentes. No importa lo secos que parezcan el resto del año. Cuando llega la época de lluvias, su caudal crece hasta desbordar sus cauces, por muy profundos que sean.
Por estos motivos, la principal causa del incremento de los daños por inundaciones, frente a precipitaciones equivalentes o menores, es la creciente ocupación de zonas inundables por viviendas, infraestructuras y todo tipo de equipamientos, lo que incrementa en la misma medida la exposición de la población y de los bienes y por tanto el riesgo de inundaciones. Pese a la abundante normativa existente que obliga a respetar las zonas inundables, lo cierto es que dicha normativa no se cumple.
Cómo actuar ante una inundación
Lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con un servicio especializado en acabar con los problemas causados por las inundaciones, como Netjet. Esta compañía cuenta con el material necesario para ello. También tiene algo importante que se suele pasar por alto: vehículos preparados para que los equipos puedan llegar a las áreas donde se ha producido la inundación.
Aparte de esto, el equipamiento necesario en un primer momento es un sistema adecuado de aspiración de agua. Y cuanto más potente, mejor. Los que utiliza NetJet cuentan no sólo con esta elevada potencia de aspiración del agua sobrante. También disponen de una gran capacidad, para poder almacenarla y llevársela del lugar de la inundación. Esto también incide en una mayor rapidez de cara a la solución del problema. Y también evita tener que hacer obras para sacar el agua estancada de donde está.
Una vez solucionada la inundación, es aconsejable revisar el estado de las tuberías y canalizaciones de los puntos que han quedado inundados. Tanto en los edificios afectados como en las canalizaciones generales. Así se pueden detectar atascos por arrastre de lodos, piedras y ramas. Y también roturas de tuberías que en un primer momento pueden pasar inadvertidas. De esta manera se podrán controlar antes de que surjan nuevos problemas, y repararlos cuanto antes. En caso contrario, habrá riesgo de atascos y filtraciones más adelante.